Heridas Viejas (Sasusaku)

Dromomania

Nos conocimos en la preparatoria aunque ya nos habíamos visto en algunas ocasiones, ella compraba rosas en el puesto de mi madre y yo solía atenderla pero jamás hablamos más allá de eso.

¿Mi relación con ella? Inicio mal, simplemente me parecía alguien patética, bajaba la mirada ante los insultos y burlas, no se defendía aunque en sus ojos siempre había valentía, pero un día estalló y pude apreciar quien en realidad era. No era patética era increíble, pero insegura, sin embargo ella se esforzaba por superarse y sin darse cuenta ya estaba en la cima, pero seguía peleando por subir. Que tonta.

Sakura tenía problemas de autoestima, la hija que quiere complacer a sus padres pero termina tomando todas la palabras en serio, esa es ella. Su madre hace una broma sobre su cuerpo, ella cree que debe cambiar, su padre dice que no debe hacer eso y ella lo abandona sin importar que le guste hacerlo. Pero no toda la vida se puede vivir así, eso no es vivir.

Una día, la vi caminar entre los pasillos de la preparatoria con el cabello corto, sin el uniforme correctamente acomodado, pero con la mirada firme, lo supe ella ya no es la misma. Y finalmente hablamos y me di cuenta de la equivocada que estaba sobre Sakura. Pero entonces supe que deseaba verla triunfar porque era parte de mi familia era casi mi hermana y por eso mismo me sorprendí cuando me confesó aquello.

—Creó que estoy enamorada...

Mi risa se escucho por todo el cuarto, y pensé: "ya era momento, te estabas tardando", pero ella bajó la mirada y sus manos temblaron, algo no estaba bien.

—Solo tiene 16 años —apenas y la escuché, pero mi cerebro lo proceso muy rápido.

—¡Estas loca!

De ser otra persona y en otra situación me hubiera burlado pero apoyado, pero con Sakura no. Esta demente, ¿a quien se le ocurre enamorarse de una menor de edad? Es evidente que solo a ella.

Le grité que eso no era posible, era una locura, no solo era la diferencia de edad, más bien como afecta su imagen, es una adulta con una adolescente eso le traería problemas, pero siendo su amiga no pude hacer más y solo guarde su secreto amor.

Los días pasaron, se volvieron meses, y su alegría creció junto a sus nuevos sueños y anhelos, ahora parecía una colegiada enamorada risueña y alegre, todos lo notaron, ella cambió.

—¿En que tanto piensas?

—¿Existe la posibilidad...? No, sabes solo pensaba en tonterías —respondí a Sai quien solo asintió sin entender.

Llevo dos años viviendo con mi pareja, alguien de mi edad a quien comprendo y apoyo, eso es estar enamorados, nos apoyamos mientras nuestra confianza se hace más grande y el amor florece cada vez más evitando así que se apague la llama del amor. Claro algunas veces mentimos y nos evitamos porque somos pareja y es normal a veces querer hacer cosas sin ayuda de nadie más.
Perdóname Sakura no puedo ni quiero entender los motivos por los cuales te enamoraste de ese niño.

—Voy a salir, cuida de la tienda —indiqué a Sai quien solo me dijo que no tardará mucho.

Había recibido un mensaje de Sakura, tenía tiempo que no hablamos al menos de que fuera necesario, sabía que ella no dejaria esa loca idea de salir con ese niño y yo no pensaba apoyarla, la quiero es mi amiga pero no puedo apoyarla en una decisión que puede acabar con todo lo que construyó, era necia y seguirá hasta al final con ese loco amor, hace meses que no hablamos como antes, pero cuando la he visto siempre tiene una radiante sonrisa y sus ojos estan llenos de vida buscando con ansias algo que llene nuevamente su viejo, pero vivo corazón.

Sakura parece una adolescente hormonal enamorada, algo que jamás ví en el pasado, ¿donde estaba la chica que solo se preocupaba por los exámenes y estudios? ¿La que rechazo tres propuestas de noviazgo por no tener tiempo? Tal vez esta es una faceta que Sakura siempre tuvo, pero jamás tuvo con quien compartir, y por absurdo que sonara ahora empiezo a pensar que el tiempo que necesitaba se encuentra en ese chico, dijo, es más joven que Sakura y parece tener tiempo de sobra algo que ahora ella si tiene.