Anónimo

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La primera vez que vi a una pareja de enamorados, fue cuando observé a mis padres, se abrazaban mientras una melodía dulce sonaba en una fiesta familiar, yo estaba sentado con la cabeza apoyada en la mesa cuando ellos llamaron mi atención.

Sus miradas lo decían todo, no había palabras para describir la escena, solo se amaban y ya. En ese momento solo existían ellos dos, el mundo se detuvo y nosotros dejamos de existir.

Pero todo se derrumbó, se divorciaron y jamás se volvieron a mirar de la misma manera, no, yo creo que esa fue la primera y ultima vez que se miraron así.

Pasaron años, tuve novias pero jamás volvía a ver ese tipo de miradas en nadie, nadie me miraba así y yo no miraba a nadie de esa manera, solo buscábamos compañía y evitar la soledad, no amor. Soy un iluso y creo ciegamente en el amor y como las miradas no pueden mentir, sin embargo parecían solo un mito todas esas historias de amor que contaban.

Pero ese día fue diferente, suelo ver a diario personas con miradas llenas de desesperación y tristeza, unas llenas de dulzura y ternura otras de compasión y en algunas ocasiones de remordimiento. Más ese día hubo una diferencia que venía de quien menos esperaba.

Vengo a entregarle los estudios del paciente de la habitación 234— la doctora tenía esa mirada con una leve sonrisa en su hermoso rostro.

Gracias.

Se dirigió a mí tras haber observado la puerta unos minutos, no recordaba ver salir a alguien, pero si recuerdo que siempre que entraba a su despacho la encontraba mirando la puerta, tal vez esperaba la hora de salir, el trabajo es pesado, fue lo que llegue a pensar, más tarde comprendí que esperan por alguien que se encuentra afuera, más lejos de lo que ella imaginaba.

La doctora Haruno estaba enamorada, y las dudas iniciaron, quien era la persona que se llevaba los suspiros de la doctora, sus sonrisas y quien hacía que ella cambiara, no dijo que este mal, solo me sorprendió cuando ella dejó la monotonía atrás para poder estar con esa persona.

Y dos meses después de mí descubrimiento, puesto que nadie más parecía darse cuenta o preferían no entrometerse en la vida personal de la doctora, finalmente pude saber quién era esa persona, un chico de oscura cabellera y ojos fríos paso a mi lado, muchos al igual que yo, no le tomamos importancia a las personas, la mayoría vienen a visitar a parientes al hospital y hay demasiados pacientes como para saber quien los visita, pero en esta ocasión mis ojos siguieron al chico hasta que lo vi llegar al despacho de la doctora, nadie más lo notó. Supuse que debía saber más sobre él, ese dia solo nació la duda.

Lo vi dos veces más esa semana, no visitaba a nadie, se dirigía al despacho de la doctora Haruno y tras varios minutos salía, en la hora de descanso en ciertos días, lo veía venir, él no notó jamás mi mirada, de eso estoy seguro, pero para ese momento era evidente que se trataba de él, el amante de la doctora, su mirada casi sonriente tras salir del despacho que siempre trataba de ocultar. Sin embargo hubo una ocasión en que finalmente vi esa miradas conectarse y ser compartidas.

En una cafetería, no muy lejos del hospital, que parecía ser oculta, ellos se reunían, la doctora Sakura no me reconoció cuando pasé a su lado, estaba viendo a ese chico, prestándole toda la atención y él la miraba de la misma manera. No escuché su conversación, pero a la lejanía los veía.

¡Oh, por dios! ¡Sueno como acosador!

En fin, esa mirada solo la tienen las personas que de verdad están enamoradas, sí, como esos libro de romance describen. Se miran y sus mundos desaparecen.

Fue una coincidencia que ese día, nuevamente fuera testigo de su amor, el parque de diversiones se había inaugurado hace solo unos mese atrás, aquel día fui en compañía de mis amigos, uno de ellos ahora es un gran programador. De casualidad los termine observando desde lejos, sí, nuevamente, pero no preste mayor atención, era mi día libre y no quería saber de romances y prejuicios, porque nadie es tan tonto como para darse cuenta de la diferencia de edades de ambos, pero creo que ese día algo pasó con su relación, posiblemente por la pelea que se llevó acabó mientras él le regalaba aquel peluche.

Yo nunca he visto el problema de sus edades, es evidente sus diferencias, pero no quiere decir que no se amen, tal vez mi caso es diferente por el simple hecho que yo si ser identificar esa mirada, tal vez también por mi alta estima a la doctora o simplemente porque no me importa lo que la gente haga de su vida.

Su pelea llamó la atención de los visitantes, la mujer discutía con la doctora Sakura, ella se veía afligida, supuse que esa mujer no era japonesa por su manera de hablar, pero Sakura si entendía sus palabras, desventajas de ser doctor y tener que aprender idiomas para poder hacer prácticas en otros países. No supe que le dijo, yo no entendí sus palabras, pero Sasuke, como supe que se llamaba tras revisar su expediente por curiosidad, abrazo a la doctora y se la llevó lejos, pero en esta ocasión si supe que dijo.

No lo entiendes, chico, ella solo te está usando, es una mujer adulta— había dicho con un mal acento.

No es algo que le deba importar, la que no entiende es usted— ambos se retiraron.

Días después, Sasuke no apareció en el hospital, la doctora se veía decaída, era tan buena fingiendo que de no ser por la falta de visitas por parte del chico no me hubiera dado cuenta.

Las edades era un problema para ellos, no importa que tipo de relación sea, cuando hay una diferencia significativa de edades siempre hay rumores, solo está con él o ella por dinero, se están aprovechando de ella o él, son unos pedófilos, no hay amor ahí, puede ser tu padre o madre, tiene la edad de tu hijo. Hay tantas frases que se repiten cuando hay romances de este tipo, nadie puede culpar a la gente por pensar así, varias veces sus rumores son verdaderos. Esas palabras se repiten siempre, padres a hijos, no hay fin, pero en ocasiones como esta, eso no aplica.

Sin embargo los rumores aparecen, destruyen, afectan.

Pero demostraron ser una pareja fuerte, solucionaron sus problemas, pero ambos tenían inseguridades, es obvio, debían ocultarse de la mirada de los demás, fingir ignorancia cuando había alguien más, alejarse para que nadie los descubrieran, besos, caricias y miradas que nadie notabas, un regalo sin remitente, sonrisas ocultas, miradas fugaces y eternas para ellos.

Es una lástima que su amor secreto fuera descubierto y forzado a terminar.

Y lamentablemente la doctora Haruno terminó siendo alcanzada por los demonios puestos por la sociedad, ojos juzgadores, murmullos  a cada paso que ella daba, el amor puede destruir también, pero era extraño, la situación era complicada, sin embargo sus ojos seguían buscando, anhelando, esperando poder de nuevo observa los ojos fríos y cálidos de su amante, un deseo silencioso, un amor que ella estaba dispuesta a seguir esperando de manera tranquila, sabiendo que tal vez que un día se volverían a reunir.

A más de tres años de aquella historia de amor con diferentes tiempos de nacimientos, hoy no puedo hacer más que recordar esas miradas, aquellas que solo los enamorados de verdad se puedan dar. Ahora mismo, con ese lindo rubor en sus mofletes ella me mira de la misma manera que miras el cielo mientras una lluvia de estrellas forman un hermoso paisaje del cual te enamoras y guardas en lo profundo de tus memorias y, estoy tan seguro que mi amor por ella es tan grande que una miraba no me basta para expresarlo.

—Te amo.

Le susurro mientras nuestros labios se unen, una ligera sonrisa aparece en su hermoso rostro.

—Te amo.

Me dice ahora ella y me siento tan dichoso.

Para la doctora Haruno, le deseo que algún día pueda volver a encontrase con ese chico que tanta felicidad le daba, aquel que la miraba como si fuera lo más precioso del mundo y al mismo tiempo como si fuera lo más raro que le ha pasado. Su historia es un poco trágica, pero ahora, con más de dos años de relación, le puedo decir que su amor no moriría jamás. Si algún día se vuelve a encontrar le aseguro que sus miradas se funcionaran en un universo que solo le pertenece a ustedes.

De un chico anónimo que observo su historia de amor.

Heridas Viejas (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora