7

53 11 93
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Si voy a tener que ocultarme de por vida que sea de la forma más cómoda.

Destapo el vodka y trago otro sorbo enorme, pero aun así no hay ningún disgusto por tomar alcohol puro. 

Todo lo contrario, parece hidratarme cada vez más.

Así he estado en estos días, tratando de olvidar esta presión del juego, pero me es imposible, ni siquiera se me permite marearme con licor.

Tiro la 3ra botella al fondo rompiendo el vidrio en la pared. En el acto abro la 2da cajetilla de cigarrillos con la esperanza que pueda sentir algo, siquiera un mareo o toser por el humo del tabaco, pero sé que no va a hacer así.

¿Qué hubiera pasado si me secuestraban? ¿Podría haber escapado del rapto? ¿Cuánto hubieran pagado por mí? ¿Ya estaría muerto a estas horas?

Han pasado 3 días desde que me intentaron secuestrar y aun así no puedo aclarar algo que me carcome cada puto segundo.

¿Por qué no estoy asustado?

¡DEBERIA DE ESTAR ATERRADO Y LLORANDO EN EL PISO!... pero en cambio solo estoy tomando para no tener que pensar en el juego. No le estoy temiendo a esos monstruos, le tengo miedo al juego y el puto sistema.

Raúl tenía razón, me quitaron gran parte de mis temores.

Entre mis pensamientos puedo escuchar mi teléfono sonar. Debe de ser Héctor que me llama, pero por ninguna razón pienso volver a la universidad, no después de lo que pasó. Tuve suerte de salir vivo, aún recuerdo como mi pecho fue destruido, y siendo sincero, aun me duele un poco por las costillas fisuradas.

También he estado pensando en que si me quedo encerrado en mi casa nunca voy a dé capaz de subir de nivel. Sin embargo, no creo ser capaz de enfrentar a alguien en una pelea a muerte, además de que no quiero dañar a nadie. No quiero ser un monstruo, o por lo menos no quiero comportarme como uno.

Mi celular sigue sonando, ¿no será importante? A pesar de que estoy en el fin del mundo no debería descuidar mis cursos, aunque no piense salir de acá debo de cumplir mis tareas.

Extiendo mi mano a la mesa y agarro mi celular... es el nuevo número de Raúl.

¿Qué? ¿No habíamos quedado en que no habría atracos estos días?

Contesto la llamada tratando de limpiar mi rostro sucio de cenizas.

— ¿Qué pasa Ra...

— Leo, ven a la universidad — su voz agitada, con tono serio y sutil me hace levantar rápidamente del sofá.

— ¿Qué te está pasando?

— Ven a la Universidad ahora — dice claramente asustado — creo que me siguen.

Se puede escuchar su voz susurrando acompañado de unos pasos apresurados de fondo, pareciera que está con un ritmo de caminar/trotar, esto no es para tomárselo a la ligera.

PLAGUE OF POWERSWhere stories live. Discover now