43- DESCANSO DE ASSASSIN

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Babs estaba trabajando en la cubeta del burrito cuando llegaron unos clientes, aunque la chica andaba algo distraída y no se fijó en sus caras.

- Babs: Bienvenidos a la cubeta del burrito ¿en que puedo ayudarles? – dijo mientras observaba un burrito pensaba comerse.

- Warren: No sé, estamos en la cubeta del burrito, venimos a comer una ensalada.

La pelirroja alzó la mirada y frente al mostrador estaban Warren y Manu. Cuando se dio cuenta, sonrió.

- Babs: ¡Uy!, ¡hola chicos! – les saludó – perdonad no os había visto.

- Manuel: Nah ni modo amiga, ¿Qué honda?

- Babs: Todo bien, trabajando en mi trabajo favorito.

- Warren: Y único trabajo.

- Babs: ¿Y qué más da que sea el único? – iba a darle un mordisco a su burrito, pero el mexicano se lo quitó - ¡Ey, eso era mío!

- Manuel: ¿Y a esto lo llaman burrito? Si es todo carne – dijo poniendo mala cara mientras observaba el burrito – ¿en dónde está el queso, el pimiento, el mango, la cebolla, el frijol?, ¿y qué carne es esta?

- Babs: Ehm...

- Manuel: Es más ¿qué carnes sirven aquí?.

- Babs: Pues..

- Manuel: Pastor...

- Babs: ¿Qué?

- Manuel: Cochinita pibil...

- Babs: ¿¡Qué verga es la cochinita pibil!? – dijo extrañada.

- Manuel: Suadero, arrachera, ribai...

- Babs: ¿¡Qué dices!?

- Manuel: O rellenos de bistec, chorizo, tripa, longaniza...

Manu paró de hablar cuando vio que a Babs parecía sufrir un cortocircuito.

- Manuel: ¿¡No tienen nada de eso!? – ella negó - ¿y qué chintrolas le ponen ustedes a los burritos? – entonces se dio cuenta – no mamen, ¿de verás usan un sucedáneo de carne?, en México ningún taquero o cocinero usa ninguna carne que mínimo no sea comestible, ¡pero estamos en Gringolandia aquí la plata les sobra! – vio el burrito – no puedes comerte esto ¡no te lo permito! – lo tiró a la basura.

- Babs: ¡No mi almuerzo! – empezó a llorar de forma cómica.

- Manuel: Tú no te preocupes amiga, yo te prepare un burrito como siempre debió hacerse.

- Babs: ¿Podrás? – dijo aún tristecilla.

- Manuel: Se me da bastante bien la cocina del hogar, y dicen que el que es perico donde quiera es verde – Babs no lo entendió – es una expresión, ahorita vuelvo – iba a marcharse, pero se volteó a verla con gesto sombrío – solo dime por favor que no hacen tacos con la tortilla crujiente, eso sí no puedo perdonarlo – ella negó con la cabeza, y su expresión volvió a su gesto pillo y alegre – uff menos mal, no me tardo.

Warren y Babs se quedaron esperando a que Manu volviera, y entretanto se pusieron a charlar.

- Warren: Cuando sea tu descanso vente conmigo, hay algo que me gustaría enseñarte y que probaras.

- Babs: Sí claro, solo espera un poco y podremos...

Babs no terminó de hablar cuando la campana de la puerta sonó y una persona entró.

           

UN ASESINO ENTRE HEROÍNASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora