Tan bonito como los girasoles

1.2K 113 34
                                    

Spoiler: Zenitsu tiene baja autoestima.

Advertencias:

💎 One-short.

⚡ Distrito rojo.

💎 Un poco de +18.

⚡ Fluff.

No es que le hayan afectado las palabras de las dueñas de las okiyas, para nada

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

No es que le hayan afectado las palabras de las dueñas de las okiyas, para nada. Solo se preguntaba si la razón por la que no había conseguido hasta el momento una esposa era porque verdaderamente era... feo. Mientras se amortiguaba la cabeza con preguntas existenciales, Uzui lo veía con los brazos cruzados mientras buscaban a alguien que comprara a Zenitsu.

- ¿En qué tanto piensas? - Preguntó el mayor, así que asustado de que lo hayan descubierto, el rubio lo vió.

- ¡Ah!, Ehhh, nada importante. - Dijo mientras volteaba a otro lado y veía a las hermosas geishas bailar en el espectáculo que se estaba realizando.

Para Tengen, Zenitsu era tan fácil de descifrar pero a la vez tan difícil, y desde que lo conoció, se lo hizo saber nada más con verlo a los ojos. Ojos color avellana y mitad amarillos en dónde se podía apreciar la vida misma. En dónde reflejaban miedo y angustia.

- ¿Estás preocupado por algo? - Preguntó nuevamente, y cayó en el mismo anillo, pues parecía ser que había acertado cuando vió que Zenitsu se puso nervioso al instante, bueno, más de lo que estaba. ¿Pues quién no iba a estarlo cuando te hacías pasar por mujer y estaban a nada de comprarte para enfrentar a un demonio que fácilmente le destrozaría la cara o bien, te podía comer vivo? ¡Para nada, estúpido Uzui!

- P-Pues, solo porque no me lleguen a comprar por no ser... demasiado agraciado. - Para no decir horrendo.

- Bueno, pues tienes todo el derecho de estarlo. Si no te compran por tu horrible cara lo más probable es que una de mis esposas muera por tú culpa. - Y aunque lo dijo de broma porque jamás en la vida dejaría que muriera ninguna de ellas, se arrepintió al instante pues Zenitsu pareció haber decaído. Ya que al escuchar el sermón de Tengen, el rubio miró al piso y sus ojos reflejaban tristeza y ganas de llorar.

- O-Oye, ya sabes, yo- - Tuvo que callar, ya que habían llegado al último okiya que quedaba y la última oportunidad de ser vendido.

- ¿En qué puedo ayudarle? - La señora fue tan amable, y cómo no hacerlo si delante suyo tenía a un guapo hombre de cabello albino y a su lado una... ¿Chica?

- Quiero venderla por lo que sea. - Dijo mientras empujaba al nervioso cazador de demonios hacía la señora para que esta lo inspeccionara.

- Ehhh, no quiero sonar grosera pero, no estamos interesados en una muchacha tan... poco, ¿Agraciada? - Genial, otra persona que se lo dice, pensó Zenitsu.

- Si quiere ni me tiene que pagar, solo necesito deshacerme de ella lo más pronto posible. - Pues que amable, pensó Zenitsu.

- Mmmmm, veremos qué podemos hacer con ella. - Dijo la señora mientras pensaba en algo - Porque no creo que ningún cliente la quiera ni por un rato. - Esto lo dijo en un susurro casi inaudible, pero como Zenitsu y Tengen portaban de un oído sobrehumano lo pudieron escuchar.

𝖮𝗇𝖾 𝗌𝗁𝗈𝗋𝗍𝗌 | 𝖴𝗓𝗎𝗓𝖾𝗇Kde žijí příběhy. Začni objevovat