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Después de una gran tarde de premiaciones y un que otro asunto inesperado, la ceremonia de clausura había llegado a su fin para dar comienzo a lo que seria el siguiente y ultimo evento del festival cultural “el baile”
Los preparativos estaban mas que listos, varios puestos de comida variada y deliciosa yacían en los alrededores, los instrumentos de la orquesta musical estaban afinados al mas no poder, las luces de colores brindaban cierto toque mágico al ambiente y una inmensa fogata en forma de copa ardía con gracia en espera de los preciados alumnos de la prestigiosa academia Alice.
--- Aki ¡volvieron a abrir el juego de gateball de Ojii-chan! --- la pequeña castaña comento llena de alegría. Ya tenia varios minutos haciendo prácticamente lo mismo pues cada vez que leía un nuevo renglón de su carta soltaba nueva información adquirida a su querida amiga.
Estábamos en la habitación de Hotaru a la espera de nuestros vestidos para el baile. Yo quien ya había leído la carta de Ojii-chan que resulto ser una excéntrica mezcla de reclamos, buenos deseos, graciosas anécdotas y noticias relevantes del pueblo, me dedique a cepillar el cabello de Mikan mientras esta se apresuraba leer sus cartas bastante entusiasmada.
--- ¡Kyo-chan escribió en mi carta que nos extraña mucho! --- dijo emocionada abrazando las hojas de papel con mucho cariño --- que no nos excedamos con la escuela, que nos mantengamos seguras y que te haga caso en lo que digas ¿y a ti Aki? --- pregunto llena de emoción mezclada con curiosidad.
--- no lo se, estoy por leerla pero supongo que será algo parecida a la tuya --- dije terminando sus características coletas, solo que esta vez fueron adornadas con detalles de flores.
--- waa ¡que bonitas! ¡gracias! --- dijo mientras se mecía de lado a lado haciendo balancear sus colitas.
--- dejen de jugar, tenemos que cambiarnos, dentro de poco va a comenzar el baile --- entro por la puerta Hotaru con tres vestidos esponjosos para nosotras --- Aki ven, te cepillare el cabello --- tomo el cepillo del tocador y gustosa la deje peinarme. Aprovechando el tiempo que tenia decidí leer mi carta restante seguramente mamá tenia muchas cosas que decirme despues de la ultima vez.
Todo era normal, inicio con un cariñoso saludo, pregunto por nosotras, por nuestra salud y si es que estábamos comiendo bien, decía que nos extrañaba mucho, que ella y Ojii-chan estaban mas que bien.
Inconscientemente una sonrisa se dibujo en mi rostro con forme fui sintiendo como todas sus palabras irradiaban el amor y la calidez de una madre nada fuera de lo común.
Sin embargo al pasar a la siguiente hoja me encontré con algo inesperado. Desde que leí la primera oración mi rostro se desconcertó.
“Akiko, ustedes nunca debieron acabar en la academia”
