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Kaname se encontraba en su cuarto en completa oscuridad, se hallaba muy concentrado con aguja e hilo en mano mientras cosía un pequeño y desgastado oso de peluche con tan solo la tenue luz que la luna le brindaba, esto debido a que no quería ser descubierto en medio de su pequeño proyecto ya que no pretendía preocupar a nadie, ni mucho menos ser reprendido por su amigo controlador de sombras... Así eran mejor las cosas ...pensaba el.
No podía recordar cuánto tiempo había pasado desde que se sentía tan motivado por hacer un peluche. Los rápidos movimientos de sus manos al momento de cortar la tela, coser y rellenar todas las partes faltantes solo reflejaban ese viejo sentimiento que hacia mucho no se manifestaba.
El, que siempre había sido una persona que le daba mucho amor y dedicación a cada uno de los peluches al momento de crearlos para los demás a pesar de su padecimiento, hubo un punto donde simplemente lo dejo por un tiempo, sintió que no quería continuar, sus ánimos se habían esfumando quizás el que su condición empezaba a pasarle factura era una de las razones, pero en un rincón de su corazón Kaname sabía el motivo.
"Tranquila Mikan-chan te puedo asegurar que no are peluches tan descuidadamente a partir de ahora... yo en verdad quisiera vivir mucho tiempo"
se le vino el recuerdo de la conversación que había tenido con la niña hace unas horas, e involuntariamente su frente se contrajo un poco.
--- estas listo --- el chico finalmente pudo decir con una cálida sonrisa al ver a su creación terminada --- al fin volverás con tu dueña... espero y le gustes --- levantó al pequeño oso de dos colores distintos para apreciarlo mejor cuando de repente unos toquidos en la ventana captó su atención.
--- ¡Bear! --- llamó al responsable. dejando al pequeño peluche en su mesa de trabajo. abrió la ventana para recibir a su inesperada pero muy grata visita nocturna --- Bear ya sabía que vendrías hoy --- le decía mientras lo alzaba en sus brazos --- seguro pensaste que no te descubriría, pero lo supe desde el principio tú eres el único que sabe cuales son mis flores favoritas.pensaste que mi salud se había deteriorado, fue por eso que te preocupaste y viniste ¿no? --- sintiéndose algo cohibido el pequeño señor oso no pudo afirmar ni negar la deducción bastante acertada de su creador y solo atino a extenderle el ramito de flores blancas con una nota pegada en ellas.
--- gracias --- Kaname le agradeció y por un instante sus ojos se iluminaron al abrir aquel papel.
"Esperemos que te mejores, para que crezcas fuerte y bello, con cariño Akiko y Bear"
Soltó un bufido divertido al terminar de leer la nota. El chico inclinó la cabeza en silencio al recordar algo . Después de eso se puso serio.
