EXTRA - 4

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Después de su propuesta todo siguió igual, íbamos cada día a trabajar, y nos saludábamos a mitad del día.

Gavi estaba muy emocionado por el bebé, y yo adoraba ese entusiasmo.

Mis padres también se pusieron muy contentos y se alegraban de que fuera con Gavi, pues estaban encantados con él.

Pero sobre la noche en la que me pregunto si me quería casar con él, acabo así...

- ¿Lara, quieres casarte conmigo?

Se me seca la garganta. Sus ojos muestran ilusión, pero a la vez duda e inseguridad.

¿Quería casarme con él?

Sus ojos brillaban, al igual que los míos y estaba sonrojada, él tenía ese efecto en mi.

En ese momento, me fijo en la ropa que lleva.

Unos pantalones de chándal grises hasta las rodillas y una camiseta negra de Marvel de manga corta que permite ver bien sus musculados y trabajados brazos.

Vestía tan bien... y estaba como el queso

No habíamos empezado la relación con buen pie, al contrario, nos conocimos en el hospital, y el se comportó como un capullo conmigo.

Pero luego hizo un cambio, se volvió un auténtico caballero, se abrió a mi.

Hemos compartido grandes momentos, algunos íntimos, algunos no tanto. Algunos fabulosos, otros malos.

Lo que tenían en común ambos era una sola cosa.

Las hacíamos juntos. Si nos mojábamos en la lluvia, estábamos juntos, si cuando él jugaba en Barça perdía, estábamos juntos, y si algo malo nos ocurría, ya fuera en temas académicos o personales, nos teníamos el uno al otro y nos apoyábamos lo mejor que sabíamos.

Lo quería, y él a mi.

- Igual he ido muy rápido yo...

- Gavi

- ¿Lara?

- ¡Claro que quiero casarme contigo!

- Ufff ¡¡¡Bien!!! - me abraza levantándome del suelo - que mal me tenías, va enserio que casi me dan espasmos

- Te quiero tonto

- Y yo a ti mi tonta

A un paso de ti (Pablo Gavi) Where stories live. Discover now