Cómo Sería (3ra Parte SIEMPRE A TU LADO). ~terminada~

~14~

El rostro de Dan sangraba por la herida en su frente, enfoco su vista en una habitación sucia, las ventanas cubiertas de madera, un colchón en el piso mugriento.

- ¿Sabes?, En serio yo quería dejar todo atrás, las últimas flores que te envié eran una despedida. Pero el maldito de Jeon fue a visitarme, me golpeó hasta casi dejarme muerto, estuve en la enfermería por tres largos días y cuando salí, me apuñalaron con el fin de quitarle la vida. -ella se sentó tocando su cabeza- y para que, si sigues sin el, te casaste con otro hombre que te hizo infeliz, casi te lanzas de un edificio -ella miro la espalda de el- ¿Por que, Dan? Pudimos ser tan felices juntos.

- ¿Y además lo preguntas? -el volvió a ella- pude amarte, si, pero, quien ama a puñetazos, a quemaduras de cigarrillos, a violaciones, la persona que recibe todo eso, lo único que forma en su ser es odio.

- ¿Odio? ... ¿Dices que es odio? -se acercó a ella violentamente, Dan ni se inmutó - deberías odiarlo a el, dice amarte con todas sus fuerzas, pero te traiciona con la primera perra que se le cruza en el camino, te promete volver y prefiere hacer su trabajo cuidando de otros, ¿Crees que vela por ti?, ¿Por sus hijos? ¿Crees siquiera que te fue fiel? ... Esa militar, no fue la única con la que involucró.

- ¿Y tu que sabes, Choi?

- yo lo sé todo, mi amor, los he tenido bajo mi vigilancia, ambos bajaron las defensas al creer que morí -acaricio su mejilla- por qué, aunque tú no lo creas, yo nací para hacerte feliz.

- bien, hazme feliz, llévame lejos, sacame de aquí, dame la vida que merezco y déja a todos tranquilos. -el río ironicamente- o simplemente mátame, mátame -llevo las manos de el a su cuello- mátame como siempre lo prometiste.

- si eso es lo que quieres, lo haré, pero no antes de que veas mi sorpresa para ti -ella abrió sus ojos sorpresivamente, la tomo de la coronilla y a rastras la llevo a un cuarto oscuro, su cabello se pegó a la sangre en su rostro, Choi la lanzó por el suelo.

Dan, molesta quitó los pelos locos del frente de su vista, vio atrás a aquel hombre con odio, quien apunto de frente, ella miro en esa dirección, su corazón dolió, se quebro completamente, las ganas de llorar la aniquilan por dentro, quería correr en su auxilio, lo que podía ser peor para aquel hombre colgado de una viga desde sus manos, ensangrentado, moribundo, con cortes en sus costillas.

Dan recordó los sueños consecutivos que tuvo por años, era tal cual esa imagen.

- ¿no irás con el?

- ¿Por qué lo haría? - Kook apenas y levantó la cabeza-

- No, Dany -sollozo, movió un poco su cuerpo- si la tocas juro que te mataré con mis manos -Choi carcajeo burlesco-, se acercó a él, quedando de frente.

La imagen se cumplía, Jungkook casi muerto por las heridas y golpes y la sombra a su costado, viéndola a ella, se llenó de ira, de odio, de maldad, levantó su cuerpo con lentitud y miro con altanería.

- Dejémoslo morir ahí -Choi volvió a verla- vámonos lejos, sin mis hijos, sin Jungkook, sin nadie más que tú y yo -el se acercó a ella.

- Ay, bebe, yo no soy como tú, yo no creo en las palabras de los que me traicionan, -jalo de su cabello con fuerza levantando su cabeza- no te traje aquí para que seamos felices, te traje, para que veas morir al que supuestamente es el amor de tu vida.

- ¿Y quien dice que el me importa?... Ya no creo en sus palabras, ya no creo que el sea el amor de mi vida, simplemente es el padre de mis hijos y ya.

- ¿Es, en serio? -ella asintió- bien, veamos si no te importa -saco un arma de atrás de su espalda, Dan tirito su cuerpo, intentando mantener la compostura- elige...

- ¿Que?

- una parte de su cuerpo.

- Choi ...

- que elijas o te daré a ti -poso el arma en su frente, los segundos se hicieron eternos, pensando que parte era menos peligrosa, con las heridas que Jungkook tenía cualquier daño podía ser mortal- TIC, TAC, TIC, TAC -presiono a la chica.

- su pierna -exclamo ante la presión, Choi sonrio y apunto hacia atrás.

- Yo, tengo muy mala puntería -ella apretó sus ojos- podría darle en la cabeza.

- No me hagas hacerlo.

- ¿Por qué, bebe?, Dijiste que no importaba.

- es el padre de mis hijos, ya no siento nada por el, pero el cariño existe. -el aspiro entre dientes.

- respuesta equivoca -apunto a la pierna de ella y disparó.

Dan cayó al piso, gimiendo de dolor, Jungkook se sacudió en el aire, maldiciendo la vida del tipo que se acercó rápidamente y dio un par de golpes en su estómago para callarlo.

El calor en la pierna de Dany, le quemaba todo el cuerpo, sentía la tibia sangre salir, Choi camino a ella y la vio tirada en el piso, fue directo a la puerta y salió, dejándolos solos.

- Dan, Dan... Hablame por favor.

- estoy bien -dijo apenas con la voz quebrada.

- has lo que dice, amor, si te pide que me dispares, solo hazlo -el lloro- debes volvér con los niños -ella lloro- te necesitan más a ti que a mí, eres con quién han pasado más tiempo.

- por qué mejor no te callas, Jungkook. No es fácil dispararle alguien que amas ¿Crees que podré verlos a los ojos sabiendo que fui responsable?, Prefiero morir.

- Debí volver contigo -murmuro- Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás, si tan solo siguieras amándome.

- ya callate por favor.

Habían dejado de hablar el uno al otro, ambos tenían los mismos pensamientos, recordando el pasado, los pocos días que estuvieron juntos. Sus vidas pasaban por en frente de ellos, Dan cerraba sus ojos, Kook la vio pálida.

- Amor...

- deja de decirme así -reclamo débil, el sonrió.

- por lo menos tienes fuerza para pelar conmigo ... Has, un torniquete, en tu pierna.

- no quiero -el movió sus manos de los nudos intentando soltar.

- ¿Como que no quiero?

- lo que pasa por mi cabeza, es tan bello -sonrio- que si hago un torniquete las imágenes desaparecerán.

- ¿Que piensas?

- nada que te importe... -volvió a llorar- en estos diez meses, mientras yo te esperaba en casa, ¿Con cuántas mujeres te acostaste? -el la vio sorprendido- maldición, nisiquiera se porque aún me importa.

- eso no importa ahora.

- ¿Con cuantas? -levanto su cabeza viendolo, pues, se había sentado apoyandose en una pared-

- perdí la cuenta -volvió a cerrar los ojos.

- me siento cansada, por favor deja de hablarme.