Capítulo 9

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Me disculpo enormemente por la tardanza, esta ha sido una semana muy difícil para mí, mi esposo enfermó gravemente y he estado de hospital en hospital, afortunadamente ya está mejor y ahora por fin puedo respirar, les dejo dos capítulos más, espero poder escribir esta semana para no dejarlos sin capítulos por varios días.

Gracias por leer 


- ¿Se puede saber a dónde nos dirigimos?, creo recordar que Kakashi especificó que necesitábamos tener cuidado - mientras caminaban Sakura y su necesidad de controlarlo todo sumado al sepulcral silencio de sus compañeros, si, incluso Naruto, estaban gestando un ambiente bastante desagradable para la pelirrosa - ¿Estás seguro de que tenemos autorización? – de pronto el pensamiento de que sus chicos habían decidido convertirse en lost nin atravesó su mente, por lo que la idea de noquearlos y cargarlos de vuelta a la aldea comenzaba a gestarse dentro de ella pero inner Sakura comenzó a gritarle que mandara todo al maldito carajo, sus palabras textuales, salir de ahí y estar por su cuenta era la única manera de estar juntos.

Ignorando el caos en la cabeza de la joven ambos shinobis continuaron avanzando a un ritmo calmado, Sakura estaba a punto de lanzar uno de sus golpes cuando Sasuke habló.

-Llegamos – ella se detuvo en seco observando el lugar en el que se encontraban, era un claro rodeado de árboles y arbustos grandes, ahí estaba instalada una casa de campaña bastante espaciosa y una manta con unas canastas de lo que supuso era comida encima, los árboles frondosos permitían una sombra bastante agradable pero también permitían que la luz iluminara y le diera un toque mágico a todo el ambiente, no muy lejos Sakura pudo observar un pequeño lago rodeado de una zona rocosa, todo era hermoso, no sabía cómo habían ellos encontrado ese lugar pero pudo notar el esfuerzo de ambos por hacer algo especial para ella y por eso los amaba, porque, a pesar de sus peleas tontas, lo gruñón que era Sasuke y lo idiota que podía ser Naruto, siempre encontraban la manera de hacerla sentir amada, para ellos, ser ellos tres, era tan natural como respirar.

-Esto es hermoso- toda la ira había abandonado su cuerpo, estaba realmente conmovida, todo el dolor, tristeza y amor inundaron su cuerpo y no pudo hacer nada más que llorar, Sasuke se acercó a ella y la abrazó, odiaba verla llorar, ella se aferró a la ropa de Sasuke como si de un salvavidas se tratara, Naruto sonreía como idiota ante la escena, poco a poco fue acercando a ambos hasta estar al alcance del brazo de Sakura, ella terminó de cerrar la brecha entre ellos, en esa maraña de brazos era feliz, toda la incertidumbre y dolor se iban, ese era el único lugar en el que ella se sentía segura. Naruto acerco su rostro al de ella – Te amo- le susurró mientras depositaba un dulce beso en su mejilla, ella levantó la mirada y acunó el rostro del rubio con ambas manos depositando un beso en sus labios, fue un beso dulce, lleno de amor, como lo eran todos los besos del rubio.

Una sonrisa estúpida adornaba el rostro de Sakura en el momento en el que Sasuke la atrajo de nuevo hacia él y unió sus labios con los de ella, Sakura entrelazó sus manos en el cabello del moreno, el beso de Sasuke fue apasionado, lleno de posesión y deseo, claro que había amor, pero como buen Uchiha, la expresión de sus sentimientos tendía a ser demasiado intensa, pero eso lo hacía ser Sasuke y aunque eran muy diferentes, ella amaba esas diferencias entre ellos.

-También te amo- fue la respuesta de la pelirrosa ante la acción de su novio, a lo que él le regaló una sonrisa arrogante, para ella eso era suficiente, conocía muy bien a sus chicos y sabía perfectamente lo que esa sonrisa significaba.

- ¡Muero de hambre!! ¿Ustedes no? – siempre podía contar con Naruto para cambiar el ambiente en segundos, solo que en esta ocasión se lo agradecía, moría de hambre, no había desayunado y la caminata de casi una hora le había costado bastante de su energía, en silencio los tres se dirigieron al área donde se encontraba todo preparado para el picnic, normalmente era ella quien se encargaba de casi todo, pero en esta ocasión ninguno de los dos le permitió mover un dedo.

El ClanWhere stories live. Discover now