Forever in your eyes [KimChay]

Just stay

Disclaimer: Este fanfic está basado en KinnPorsche The Series y tiene contenido maduro. Es mejor comentárselos desde el inicio.

Ante el inicio de una tormenta, Kim observaba desde su ventana como la gente corría de un lado a otro en busca de un refugio contra la lluvia, cual oleada de zombis. Los acordes que intentaba resonar en su vieja guitarra parecían esquivos, sus manos se sentían tan torpes como las de un novato y su mente se ponía en blanco una vez más. Él conocía ese sentimiento bastante bien, ocurría desde hace tiempo y mucho más seguido que nunca en los últimos meses.

Desde aquel día en que no volvieron a verse más.

Con la mirada perdida en esa hoja blanca sobre la mesa, un rostro sonriente parecía dibujarse mágicamente y pintarse a colores. Aquella imagen cobraba vida y empezaba a susurrarle con aquella dulce voz una vez más.

¡P'Kim!

Kim tomó aquella hoja limpia y la aventó a la papelera, en un intento inútil de arrancar ese rostro de su memoria al mismo tiempo.

¡Me gustas, P'Kim!

Buscó con ansiedad la caja de cigarrillos más próxima. Ese maldito hábito parecía haber aumentado aún más, pero no tenía intenciones de parar. Aunque el golpe áspero del tabaco en su garganta era nocivo para su voz, el efecto del humo parecía nublar su mente por un par de minutos.

La caja estaba atorada en el bolsillo de una chaqueta. Al sacarlo de un jalón, un pequeño artículo apretujado en el fondo voló hasta el suelo del estudio. Kim ignoró los cigarrillos y tomó en sus manos esa pequeña plumilla de madera que reconocía muy bien. Ni siquiera recordaba cuando la sacó de su lugar y la puso allí.

El daño de sus cuerdas vocales por el humo parecía una cosquilla al lado de lo que le provocaba ver nuevamente esas dos palabras grabadas a mano.

"Kim/Chay".

¿Cómo es que aún puedo recordar cómo olía su cabello ese día? – pensó para sí. – Ese shampoo de manzana que siempre utilizaba...parecía invadir toda la habitación. Era así, justo como era él. Insoportablemente dulce.

Kim apretó la plumilla entre sus manos y volvió a colocar la guitarra en su regazo.

Sentí que me dio toda una vida de abrazos cuando me dio esto. – Recordó nuevamente. - Tan empalagoso.

Tomó la delgada plumilla de madera y tocó un par de notas suaves en el instrumento, con cuidado de no dañar aquel peculiar regalo...o sus recuerdos.

Uno de tantos momentos con él se reflejó fresco en su memoria. Ese día que jamás olvidaría...

🎸

- ¡Ah! ¡La película estuvo muy divertida! ¿No lo crees P'Kim? - Decía entusiasmado. – Estaba completamente solo y los destruyó a todos solo usando sus manos. Es tan genial.