Forever in your eyes [KimChay]

You're my angel

Disclaimer:Este fanfic está basado en KinnPorsche The Series. 

Muchas gracias a las personas que lo están leyendo (honestamente no pensé que alguien lo haría, me siento muy feliz) :'D  ¡Empecemos!

Porsche se fijó en Kim a su lado.

- ¿Ya despertaste? – Preguntó, mirándolos a ambos. – Supongo que es mejor así.

Bajando las escaleras de la enorme mansión, la mirada de Porsche se posa en la de Kim como una navaja afilada. Acto seguido, saca de su bolsillo la pequeña plumilla de madera grabada que Chay le regaló a Kim.

- ¡Devuélveme eso! – Exclama el menor de los Theerapanyakul.

La noche anterior, el nuevo líder de la segunda familia había solicitado a Arm que eche un ojo a todo lo que llevaba consigo.

- ¡Oh! ¿Esto es tuyo entonces? – Una rabiosa expresión se dibuja en el rostro del mayor. - ¿Es acaso la prueba de que estabas intentando seducir a mi hermano?

- ¡No! ¡Te equivocas Hia! – Exclamó el menor.

- ¡Silencio! – Exhortó su hermano.

De su otro bolsillo, Porsche extrae una pequeña foto de Chay que Kim llevaba consigo en la billetera. En la parte superior de la polaroid se podía leer "Siempre quiero estar contigo".

- ¿Qué es esto? – Ignorando a su hermano, Porsche siguió dirigiéndose al menor de la primera familia. - ¿Eso hacías? ¿Darle regalitos de mierda? ¿Mandándole notitas estúpidas para convencer-?

- ¡Cierra el hocico! – Gritó Kim. Aquel comentario lo había enfurecido. - ¿Qué carajo te pasa para andar rebuscando entre mis cosas? ¿Te crees con el derecho de hacer lo que te dé la gana solo porque te tiras a mi hermano?

- Si le tocaste un pelo a Porchay, no me importará en lo absoluto que seas el hermano de Kinn. – El juego de miradas era un fuego cruzado. - Te partiré el cráneo con mis propias manos.

Kim respiró hondo por un segundo para contener su ira, dirigiéndose a él en tono desafiante.

- Sí. Lo hice. - Replicó Kim como provocación, sin bajar su mirada. – Hice todo lo que tenía que hacer para entender por qué un pobre diablo como tú llegó hasta aquí.

- ¡Hijo de Perra!

Porsche arremetió un fuerte golpe en el estómago a Kim de manera tan rápida que no le dio tiempo de reaccionar, haciéndolo caer al suelo. Se abalanzó sobre él y empezó a propinarle puñetazos en la cara, uno tras otro sin parar. Aunque la sangre comenzó a chorrear de su boca y nariz, su oponente ni siquiera opuso resistencia.

Aterrorizado, Porchay intenta detenerlos con todas sus fuerzas.

- ¡No! ¡Hia! ¡¡Detente!! – Utilizaba sus brazos para hacerlo retroceder. - ¡Yo fui quien le dio esas cosas a P'Kim!