4. Abandono

1.4K 291 32
                                    

Las visitas ocurrieron por casi dos años. Dos años en los cuales florecieron sentimientos muy fuertes y reales de Lan Zhan hacia Wei Ying. 

Lan Zhan sabía, o creía saber, que Wei Ying no sentía lo mismo. Solo el miedo a que su amigo dejara de visitarlo lo hizo mantener la distancia, nunca intentar resolver su duda. 

Hasta que un día, finalmente, pasó lo que Lan Zhan tanto temía. Wei Ying no apareció cuando dijo que lo haría. Lo esperó, pero él no llegó.

Por tres semanas, lo esperó todos los días manteniendo agua caliente para té y bocadillos, atento al horizonte esperando verlo aparecer. Durante todo ese tiempo se debatía entre la preocupación de que algo malo le hubiera pasado, y el enfado al pensar que, tal vez, solo se había aburrido de él y que ya no volvería.

Se torturó repasando en su mente, una y otra vez, su ultima visita intentando hallar algo que pudiera haberlo molestado. 

Aquel día, Wei Ying solo había estado protestando de la inminente boda de su hermana y luego le pidió que escribiera el nombre de su hermana en un dibujo que le obsequiaría, porque según él, su caligrafía era mejor. Lan Zhan intentó hacerlo practicar, pero Wei Ying insistió que lo hiciera él. 

Luego de unas horas, Wei Ying se había despedido con la misma sonrisa de siempre, prometiendo volver pronto, recordándole que debía comer para mantenerse saludable, y deseándole dulces sueños. Nunca se quedaba por mucho tiempo, aunque Lan Zhan le había sugerido, varias veces, que podía quedarse a pasar la noche.

Cada día se sentía más desesperado, asustado y solo.

Cuando su tío y hermano fueron a verlo, intentó averiguar por Wei Ying, pero no supo cómo. Preguntó si había alguna novedad importante. Si algo le había pasado al hermano del futuro líder de Yunmeng seguramente lo comentarían, o eso esperaba. Pero todo parecía tranquilo, o eso le dijeron. 

—Lan Zhan, ¿Estas bien? —su tío preguntó una tarde.

Wei Ying ya se había ausentado por dos meses y Lan Zhan no lo estaba tomando bien. Se sentía cada vez más agotado física y mentalmente. Sin darse cuenta, la pena y la preocupación habían afectado su apetito y no podía recobrar energía lo suficientemente rápido. 

—Si, tío —respondió con un filo de ansiedad, por la absurda e irracional idea de que si daba muchos problemas, ellos también se olvidarían de él como lo hizo Wei Ying.

De niño, antes de ser consciente del peligro, ese había sido su mayor temor. No entendía porque su tío lo alejó de su hermano, porqué ya no podía estar con ellos, porqué tenia que quedarse solo en aquella gran y aterradora cabaña. No recordaba mucho de esa época, pero si el miedo y la desesperación, de ser olvidado y abandonado en aquella cabaña para siempre. 

Su tío suspiró y se acercó a Lan Zhan, estaban sentados frente la mesa donde se habían instalado para comer.

—¿Estas enfermo? Debes comer más. ¿Pasó algo?

Lan Zhan se quebró ante la rara amabilidad y preocupación en la voz de su tío, y sintió una lagrima caer de sus ojos. 

Lan Qiren suspiró con pesar. Hacia años su sobrino había dejado de llorar cuando debía irse. Qiren odiaba recordar esos momentos, y no estaba preparado para verlo pasar de nuevo. Sin saber qué hacer tomó su mano y lo dejó desahogarse unos minutos en silencio. 
Lan Zhan lloró en silenció por varios minutos apretando su mano con fuerza la mano como cuando era niño. El dolor de su pobre A-Zhan siempre había sido desgarrador para Lan Qiren. 

No entendía qué le pasaba, todo había estado bien, Lan Zhan se había animado los últimos dos años. Parte de la melancolía y miedo en sus ojos se había apagado. Lan Qiren no sabía la razón, pero lo agradeció.

 Pero de repente, todo parecía haberlo golpeados nuevamente. En solo dos semanas el brillo de sus ojos se había apagado, su cuerpo y núcleo estaban débiles e incluso estaba más  delgado. Él y XiChen estaban preocupados, temiendo lo peor. 

—Necesitamos hacer algo tío — su sobrino mayor le dijo con desesperación — Lan Zhan va a morir de pena...no podemos dejar que eso pase.

Qiren había temido eso y nunca dejó de pensar en alguna alternativa, por lo que finalmente compartió la única alternativa que se le ocurrió años atrás cuando conoció a cierto cultivador. El chico estaba lejos de ser alguien ideal para su sobrino, pero debajo de ese chico inquieto y rebelde, había una buena persona, y eso era lo más importante.

—He estado pensando — le dijo a Lan Zhan, desesperado porque recuperara algo de su vitalidad. Estaba dispuesto a mucho por lograr eso.   

Tomando un profundo y tembloroso suspiro, Lan Zhan intentó controlarse, pero su mano siguió aferrado a la suya.

—Creo que existe una manera de que puedas salir —Lan Qiren dijo con temor. Lan Zhan contuvo el aliento. Nunca imaginó poder oír esas palabras. —Pero es algo en lo que debes estar de acuerdo.

—¿Qué es?

—Si te unes a un Come Flores en un Boutonniere, producirías flores solo para él y perderías el valor para otros cultivadores u otros Come Flores.

Lan Zhan lo pensó frenéticamente, y aunque se había jurado a si mismo que haría cualquier cosa con tal de ser libre, ahora se sentía reacio. 

No quería unirse a un extraño. La unión seguia siendo peligrosa. Existían Come Flores que forzaron la unión para asegurar un floricultor, convirtiéndolos en dispensers de flores hasta el punto de matarlos de agotamiento.

" Si tan solo él fuera un Come Flores" pensó con Wei Ying en mente. Pero eso no era así. Y si lo fuera obviamente ya no le importaba, ni nunca le había importando de esa manera.

—¿Cómo saber si es seguro? —pregunto controlando los sentimientos de impotencia, y tratando de no pensar en Wei Ying.

—Tendría que encontrar un Come Flores con buenas y sanas intenciones, alguien dispuesto a quedarse en Gusu para que tu hermano y yo nos aseguremos que eres tratado correctamente. No te entregaré a menos de asegurar eso.

—¿Tienes a alguien en mente? —seguramente había alguien, su tío no lo ilusionaría con algo imposible.

Su tío hizo una mueca de dolor, pero asintió.

—Aún debo decirle, pero quería hablar contigo primero. Para no revelar tu existencias si no estas dispuesto.

—¿Puedo pensarlo?

—Claro que si. Prometo que te mantendremos a salvo, Lan Zhan. No propondría algo así si no estuviera seguro de que podemos protegerte.

—Lo sé tío, gracias por todo.

Su tío se quedo hasta asegurarse de que comió toda su comida y luego se marchó.

No tuvo mucho tiempo para pensar. El enfado tomó la decisión. 

Wei Ying no regresó.

Cuando su hermano fue a verlo al día siguiente para comer con él, obviamente los había preocupado, le dijo que aceptaba la opción de su tío. 

Cualquier cosa era mejor que vivir allí por el resto de su vida. Se conformaría con una prisión más grande. Allí al menos estaría rodeado de otras personas, y podría ver a su tío y hermano a diario.   

El chico de la cabaña (XianWang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora