Lo único que quiere Jimin es ayudar a su familia.
Lo único que anhela YoonGi es esa herencia y poder construir lo que sea.
Qué serán capaces de hacer para conseguir sus objetivos.
Yoonmin
Adaptación.
Créditos a su respectiva autora.
◇Graficos: @Nik...
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Confiaba en él. Esos ojos azules zafiros tenian un brillo determinado y una expresion honesta. Su promesa tenía valor. Al cabo de un año el sabía que el omega se alejaria sin mirar atras y sin querer mas dinero. La balanza se inclinó a su favor.
Unos de sus regordetes dedos golpeaba con insistencia el margen de la página. Jimin levanto la vista. YoonGi se pregunto porque de repente se veia palido cuando hacia un momento tenia un aspecto muy saludable y sonrosado.
–¿Tienes una lista de requisitos?
Lo pregunto como si lo acusara de un crimen capital en vez de haber redactado una lista de Pros y Contras.
Carraspeó antes de contestar:
–Solo ciertas cualidades que me gustaría que tuviera mi omega.
JiMin abrió la boca para hablar, pero no le salieron las palabras. Era como si le costara encontrarlas.
–¿Quieres a un anfitrión, un huérfano y a un robot en una sola persona. ¿Es eso?
YoonGi suspiró.
–Estas exagerando. Que quiera casarme con alguien elegante y con cierto sentido empresarial no significa que sea un monstruo.
–Quieres a un omega florero, pero sin el sexo. ¿Es que no has aprendido de los omegas desde que tenias cartorce años?
–He aprendido muchas cosas, Jimin. Pero eso el Tio YoonHyuk ha tenido que obligarme a entrar en una institución que favorece a los omega. –Jimin soltó un grito ahogado.
–¡El matrimonio beneficia mucho!. Se disfruta del sexo y del compañerismo. Cuentas con alguien que te acompañará hasta la vejez. Esto es mucho mejor si encuentras a tu destinado.
–Después de seis meses comienzan los dolores de cabeza y las parejas se aburren del otro –Aclaró – Los alfas no queremos envejecer. Por eso nos pasamos la vida buscando omegas cada vez mas jovenes. Lo de los destinados es solo un cuento
Jimin quedo boquiabierto. De echó, la cerró de golpe
–Hijos... Familia... Alguien que te quiera en la salud y en la enfermedad.
–Alguien que se gaste tu dinero y no deje en paz por las noches y que te reclame por tener que limpiar tus cosas.
–Estás enfermo –dijo mientras apretaba sus manos en un puño.
–Y tú, Loco.
El menor meneó la cabeza de forma de que sus sedosas hebras se agitaran. Volvió a tener sus mejillas sonrojadas.
–Tus padres te dejaron traumadisimo– Pronucio burlonamente– Y si no encajo en todas las categorías.
–Ya lo solucionaremos –mencionó mientras acomodaba su corbata.
