Una cita a ciegas puede salir muy mal... o quizás no tanto. Un match en Tinder podría dar inicio a una historia realmente interesante, o ser el encabezado de una tragedia en los titulares. Hay muchas cosas que suceden por la noche, algunas buenas, o...
Todo principio tiene un final, tal como el día que comienza y acaba, como la vida misma, o como esa melodía que se va desvaneciendo en sus últimas notas. Pero, cuando algo termina, otra cosa comienza. Así como la caída del sol trae consigo el vistazo a las estrellas titilantes que alumbran el camino de los viajeros, o como mi propio final, el cual trae la luz de una nueva mañana; una nueva oportunidad de empezar.
Así que, no te preocupes si ves que algo se termina, como esta historia, por ejemplo, pues sabrás que en otro lado, quizás en otra ubicación o momento, algo nuevo se estará gestando. Como el negro mirlo que alza el vuelo en busca de un nuevo horizonte, batiendo sus alas que una vez estuvieron rotas, persiguiendo su propia libertad. El pájaro se aleja del nido, sabiendo que pronto formará el propio.
Como el muchacho de ojos azules que aborda un avión con un destino marcado, con un lugar, o más bien un rostro que no puede sacar de su mente, aunque es lo que considera como correcto, negándose a sus propios sentimientos. O, como la chica que se detalla en un espejo, sonriendo finalmente a la imagen de sí misma que ha comenzado a aceptar, después de mucho tiempo.
La libertad tiene un precio, sí, pero este siempre será el de un trato justo. A veces, hay que soltar para avanzar, encontrase a sí mismo para reencontrarse con alguien más. En ocasiones, es necesario romperse para forzarse a intentar amar de nuevo. A mí, me parece justo, pero, ¿qué opinas tú?
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No, no es el final. Es sólo un anuncio de que se viene el final final, ahora sí jajaja.
