CAPÍTULO 123

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¡Estaba a punto de descubrir la verdad!


Después de un breve momento de vacilación, Changming hizo su movimiento.

Tan pronto como conoció a A-Rong, un vínculo kármico se había formado entre ellos. Si no tomaba medidas, A-Rong seguramente moriría, por lo que llevaría la carga de la causa y efecto, obstaculizando su Corazón del Dao.

Tal vez atacarlos en este momento no era una decisión sabia, mas no tenía otra opción.

El cultivo del joven maestro era muy alto.

Casi en cuanto Changming apareció, sus ojos se clavaron en la contraparte. Con un chasquido rápido de sus dedos, una niebla negra salió disparada, similar a una flecha tan afilada como un cuchillo y tan veloz como si se disparara de un arco.

Esto simplemente fue una prueba, el lanzamiento de una piedra para averiguar lo que estaba por delante. La niebla cayó sobre la persona y combustionó, desapareciendo junto a su cuerpo y destrozándose en pedazos que se arremolinaron en el aire.

El joven maestro enarcó sus cejas levemente, revelando una expresión de sorpresa.

Hua Shan ya se había hecho a un lado con prudencia, temerosa de cruzarse con el destino del pez en el estanque de la ciudad.

A sus ojos, el joven maestro era un oponente extremadamente aterrador. Quizás ya había alcanzado el nivel de un maestro hábil; incluso podría haber estado en el de un gran maestro o por encima de este.

Al comienzo de su cooperación, Hua Shan había experimentado su poder varias veces y, en cada ocasión, pensó que había comprendido cuán profundas eran sus habilidades, pero posteriormente resultó no ser el caso, dado que siempre la atrapaba con la guardia baja, advirtiéndole contra la insubordinación en consecuencia. La había suprimido una y otra vez hasta que finalmente perdió la voluntad para resistirse.

Hua Shan se jactaba de haber visto el mundo y lidiado contra muchos cultivadores, pero había cooperado con el joven maestro durante tanto tiempo y todavía no podía descubrir sus orígenes; incluso si era un cultivador sin afiliación, debería haber venido de alguna parte. Sin embargo, parecía que el joven maestro había nacido de la nada. Sus artes de cultivo, habilidades y gestos estaban llenos de misterio. No poseía armas espirituales o tesoros que utilizara fijamente, mas era capaz de emplear cualquier cosa a su beneficio. Aun cuando solo fuera un simple tallo de paja, podría convertirla en una hoja afilada cubierta de veneno en sus manos. Su consciencia espiritual era extraordinaria y, en unos cuantos pensamientos de Hua Shan, consideraba que el joven maestro parecía saberlo todo.

Frente a un hombre que era casi igual a una deidad ante sus ojos, Hua Shan no se atrevía a cometer ningún error, por lo que estuvo de acuerdo con su solicitud sin mucha resistencia cuando el hombre dijo que necesitaba a uno de los espíritus zorro para sacrificarlo.

En este momento, lo mismo era cierto.

A medida que los fragmentos caían uno tras otro, el suelo se cubrió con papel blanco y una niebla oscura se espesó gradualmente alrededor del cuerpo del joven maestro. ¡Levantó sus mangas en un instante, aparentando que sujetaba algún lugar del aire!

¡Pero una persona fue atrapada por la parte frontal de su túnica!

¡Sin decir nada, la mano del joven maestro ya había abofeteado hacia la cabeza de la otra persona antes de que Hua Shan siquiera pudiera reaccionar por lo que estaba sucediendo!

Después de un ruido sordo, esa persona cayó al suelo suavemente con un gemido.

El corazón de Hua Shan palpitaba con fuerza mientras exhalaba débilmente. Sintió una especie de arrepentimiento que la sacudió hasta el núcleo, deseando que continuaran.

Distanciado [SS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora