Manic siempre se considero irrelevante en su vida, sin un propósito en específico y con la soledad como única compañera. Eso hasta que un día conocerá a un extraño sujeto que le hará ver la vida de otro modo.
Scourge un curioso chico punk-rock que l...
Quizás si en esa noche donde conocí a Scourge, se hubiera ido del pueblo sin haberse percatado de mi aroma... creo que nunca me hubiera enterado sobre un aspecto muy importante en los lycans... y que eso se volvería en mi perdición al final de mi vida.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Algunos días después.
Cada día que pasaba para Manic era una nueva aventura y cada día aprendía algo nuevo con Scourge. Podría enumerar la cantidad de cosas que el lobo le reveló en el transcurso de su convivencia; lo había escuchado del mismo Tails, pero era tan distinto a lo que en realidad sucedía. Aún así existían comportamientos que lo desconcertaban y precisamente en ese momento Scourge se mostraba un tanto raro. Y no con él sino con sus cosas...
—Scourge... —susurra casi sin querer al verlo con mucha incertidumbre.
No estaba seguro si el lobo había contraído una comezón o si se había infectado con alguna alergia mientras corría por las noches. Scourge se restregaba en todas las paredes del pequeño apartamento en el que vivían. El lobo parecía tener una comezón que no se le quitaba por más que se rascase.
Manic estaba seguro que nada más podría sorprenderlo, pero no justamente en ese momento no estaba del todo seguro si eso era cierto.
—¿Me puedes decir qué es esto? ¿Por qué te rascas sobre mis paredes? —le cuestiona un poco preocupado, Manic se encuentra parado a la salida de su habitación.
El lobo se detiene de golpe mientras se muestra nervioso, se aleja de la pared lentamente hasta quedar parado a unos pasos de Manic.
—O-Oh verás... —piensa en alguna mentira para decirle, ya que no quería mencionar sobre sus pequeños problemas hormonales causados por el celo que se aproximaba— e-es que he tenido mucho calor y con estos cambios bruscos de frío en la noche, siento un infierno en mi cuerpo además sumándole mi pelaje es un poco irritante para mí —dice inseguro porque no quiere asustar a Manic.
Manic le mira con sorpresa, pero relaja su rostro, de hecho la temporada de lluvias ya había sido diagnosticada y claro que eso podría ser una razón para el extraño comportamiento del lobo. Quizás Scourge tenía algún déficit en cuanto a resentir el calor o frío y eso le provocaba comezón.
—¿Entonces eres alérgico a los cambios de clima? —le pregunta para salir de su duda.
—¡E-Exacto! Por eso adoro el frío, es más fresco, húmedo y... ¡Frío! —dice lo último un poco confundido.
—Oh Scourge ya me había preocupado —suena aliviado Manic— creí que tendría que llevarte con algún ¿veterinario o doctor? No sé exactamente qué podría verte pero me alegra saber que no es nada malo —menciona inseguro.
—No es nada que sea contagioso, y si lo fuera me aseguraría de alejarme para no infectarte —le asegura meneando sus manos por delante.
Manic suspira con más tranquilidad, mientras se acerca al lobo para ayudarlo a quitar las ramitas que siempre se le atoran, pero nota algo raro.