𝑃𝑟𝑒𝑝𝑜𝑠𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠

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El cazador ve fijamente delante de él, masculla algo entre dientes mientras bebe de un vaso de cristal. En esa noche se había reunido con alguien en especial, necesitaba hablar urgentemente con él.

—Debes sacarlo de aquí —con voz áspera le ordena al sujeto delante de él.

El doctor se mantiene estático, está más concentrado en terminar de anotar sus nuevos descubrimientos. Una sonrisa amarga acaricia su rostro al escuchar la petición de su hijo adoptivo, eleva la mirada mientras una de sus manos acaricia su mostacho.

—Me conoces muy bien y sabes lo que diré —le contesta sin mostrarse amargado por el pedido.

Esa respuesta hace que Shadow se levante y caminé un poco más por delante de él.

—¡Lo estás exponiendo! —espeta golpeamos el escritorio en donde se apoya su padre—. ¿Ya pensaste en lo que le podría pasar si las criaturas mágicas lo encuentran?

Pero el doctor se muestra tan relajado a pesar de la actitud agresiva de su hijo.

—En efecto muchas cosas, pero dime ¿Cómo puedes acabar con los sueños de alguien que se esmera por aprender de lo desconocido? —suspira—. Fui claro con él desde el principio, le expliqué con lujo de detalles el peligro de "estar en este mundo" y lo aceptó —se defiende.

Pero a Shadow no lo convencía. Su padre era muy hábil, siempre iba un paso adelante.

—¿Cuál es el juego ahora doctor? Ambos sabemos que no haces nada por bondad, siempre tienes algo debajo de la manga —le reprocha.

El doctor le mira directamente.

—Es verdad, pero por más increíble que parezca para ti, no tengo ningún truco —afirma.

Shadow trata de relajarse mientras se sienta de nuevo en uno de los escritorios en donde los alumnos recibían las clases.

—Supongamos que te creo. ¿Qué te impulsa a tenerlo y enseñarle todo? —prosigue.

El doctor deja de lado sus apuntes mientras ve a su hijo. Con una mirada cargada en intriga y quizás tristeza le hace reflexionar en esa pregunta. Por su mente se pasea aquel recuerdo del pequeño niño que llevó a su casa; un erizo tan tímido y cohibido, no podía creer en el chico en el que se convirtió y la gran responsabilidad que compartían.

—La vejez —le responde inmediatamente y dejando de lado su sentimentalismo al rememorar la vida de su hijo—. Ambos sabemos que cada día que pasa estoy muriendo. ¿Te has puesto a pensar qué le va a pasar a todo el trabajo de mi vida? —el doctor suspira—. A diferencia de ti, yo no dependo de ciertos métodos para mantenerme joven, sin embargo, han pasado muchos años Shadow. Años en los que he tenido muchos avances y que quisiera dejarlos en manos de confianza...

—Sé claro doctor —espeta Shadow deteniéndole.

Con el paso de los años en el doctor ha nacido una preocupación constante por el cazador; en algún momento él ya no estaría para apoyarlo, eso irremediablemente llevaría a Shadow a una vida triste y un hogar al cual no podría volver. Recuerda cuando Sonic llevó la nota para la petición de sacar sus prácticas a su lado, era curioso había tenido muy pocos incluso casi nada de estudiantes interesados en estar a su lado, pero Sonic era distinto.

Cuando lo conoció, le pareció un muchacho con exceso de carisma y quizás confianza algo muy común en los jóvenes de su edad; al paso de los meses Sonic comenzó a preguntar sobre otras cuestiones mágicas hasta que inevitablemente le confesó ser un gran seguidor suyo y que eso le hizo acercase a él.

Puede que Sonic sea muy joven para entender el peligro de permanecer al lado de alguien como el cazador y según Shadow, eso comenzaba a preocuparle, pero el doctor no lo veía de este modo. A pesar de que Sonic era alguien parlanchín, sabía guardar secretos y lo comprobó infinidad de veces, el doctor no era una persona que fácilmente se dejase engañar, probaba como experimentos a los intrusos y mediante esto daba su pronóstico.

Impure Moon (Scourganic & Shadonic)Where stories live. Discover now