🅣🅡🅔🅘🅝🅣🅐 🅨 🅢🅘🅔🅣🅔

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Un sonido en seco se escucha cuando unas botas caen al suelo lleno de musgo. Árboles gigantes, piedras con caracoles, flores silvestres y demás adornos naturales se encontraban incorporados en aquel bosque que solo las criaturas mágicas conocían a su cabalidad.

Shadow se compuso la chaqueta mientras observaba a su alrededor. Eleva la mano a la altura de su boca.

—Estoy dentro —dice y vuelve a bajarla.

Había llegado más allá de la frontera, de nuevo estaba en el lugar donde nació, al que pertenecía. Su mirada rojiza se paseó sobre todo el lugar, debía estar alerta, puesto que era un exiliado y corría peligro con Infinite como alfa y regente.

Debía ir al castillo de los vampiros para encontrar la información que Zokar le pidió y de este modo detener la amenaza del lobo. Comenzó a caminar en línea recta por el bosque siempre portando un arma sin seguro.

Algunas criaturas mágicas salían a su encuentro y se sorprendían al verlo. Muchas se detenían a observarlo y se acercaban a él. Shadow se limitaba a verlas más no tocarlas, no quería que su aroma las condenará y menos que por ello Infinite tomase represalias.

Pero muchas más criaturas se acercaron hasta él, con respeto, con esperanza. Ellas sabían que el cazador sería su salvación y necesitaban creerlo.

—Aún está vigente la promesa de mis ancestros —susurra viendo que todos esos seres le miraban con respeto— nada me hará abandonarlos —les afirma.

Poco o nada sabía GUN de los cazadores; ellos nacieron para ayudar a las criaturas mágicas, para hacer que el orden prevaleciera, eran respetados por sus dotes y capacidades porque así lo definió su ancestro, aquel que portaba la línea primaria de su sangre.

Desde que Shadow era pequeño recuerda con exactitud el bosque, un lugar tan hermoso y lleno de vida. Cuando era tan solo un niño su madre le explicó muchas cosas, le enseñó sobre Madre Luna y el respeto que debía tener con ella, pero después de los sucesos, se alejó de sus enseñanzas y tuvo tropiezos.

Shadow creció en un momento peligroso en donde los lycans no tenían control de su propia estirpe, muchos se volvieron en contra de las mismas razas con las que convivían en armonía y eso llevo hasta el fin de los cazadores. Aún podía sentir el aroma de la sangre, los gritos desgarradores y las lágrimas de los inocentes.

Shadow continúa su camino dejando por detrás a las criaturas y sube a una pendiente para sacar unos binoculares y observar a su alrededor, el castillo se encontraba sobre un acantilado justo donde las olas del mar rebotaban con mucha más violencia.

Sin moros en el lugar, decidió ir hasta ese lugar. Solo en dos ocasiones había dado con el castillo de los vampiros, estaba exactamente igual a como lo fue años atrás. Destruido, con huesos secos y ese aroma a muerte que rondaba desde que su vampiro rey murió a manos de Infinite. Llegó hasta ese campo que antes poseía un amplio jardín de rosas rojas, tal y como su rey adoraba.

Había escuchado del rey vampiro, un ser tan cruel y despiadado que condenaba a su propia estirpe, pero jamás lo conoció.

Caminó hasta la entrada en ruinas y se metió enseguida. El castillo era un vestigio de historia, cualquier criatura mágica diría que en sus tiempos dorados fue el lugar más hermoso que jamás existió. Y en ese momento se encontraba destruido casi en su totalidad. Los pilares yacían con hendiduras, la madera crujía y el agua se filtraba. Con pasos lentos y cuidadosos Shadow caminó hasta donde interceptaron los documentos.

Según recuerda, su madre le contó que antes los vampiros eran los que dominaban todo el bosque mágico, ellos habían prohibido el acceso de mortales a ese lugar y asesinaban a quienes rompieran la norma.

Impure Moon (Scourganic & Shadonic)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant