8: Sabor extraño.

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 Vi como las parejas empezaban a entrar al teatro, llovía y nadie quería mojarse, yo aún me quede bajo la lluvia con mi paraguas mientras esperaba que él viniese. 

 Llevaba puesto un vestido negro de flecos y un collar dorado, mis zapatos se estaban mojando y mi cabello se puso húmedo. Vi una sombra en la oscuridad de la noche, llevaba un paraguas en su mano y sonreía como un idiota..... Kevin. 

— Lo siento por hacerte esperar. —dijo mientras observaba como lucía una camisa negra y un jean oscuro, le quedaba realmente bien, pero lo que pude notar es que los tres aros que siempre llevaba en su oreja ya no estaban. 

— Tus aros... Kevin, ¿Te los has quitado? 

Sonrió y pude ver como sus ojos color ámbar brillaban con intensidad, hoy había algo en él, que era diferente. 

— Creí que mi estilo no combinaba con el teatro... —dijo y me observó de pies a cabeza— por cierto, estas muy bella hoy. 

Me enrojecí y luego de unos minutos después entramos al teatro, era una obra de comedía, así que me la pase riendo como una loca y Kevin, se reía de mi risa. Nunca pude ver a mi vecino tan concentrado en algo, riendo a carcajadas y comentándome cosas graciosas o anécdotas de sus amigos que le hacían acordar a las situaciones que pasaban los personajes.

Nunca me había imaginado que a Kevin le gustase el teatro, lo veía tan enfocado en el rock y todo lo que lo rodeaba que no me atreví a mirar este lado suyo. 

Salimos del teatro todavía riendo y comentando lo que nos había parecido la obra; de un momento a otro, siento que Kevin toma mi mano y sonríe delicadamente, lo observo confundida y él se acerca lentamente para finalmente besarme....  y yo... estaba completamente paralizada al sentir sus labios con los míos, abrí mis ojos mientras me sorprendía mas y mas. 

— Lo siento... —susurró mientras se despeinaba su cabello, estaba nervioso y yo también. 

— ¿Qu-Qué fue eso? —pregunté mientras mi piel ardía, estaba sorprendida, confundida,nerviosa... todo. 

— Yo... no seré Scott, ni podré sonreír como él, ni hacerte sentir lo mismo. —dijo y juntó aire— pero estoy seguro de que te haría feliz si tan solo me dieras una oportunidad.

Malditas mariposas.... vuelen a otra parte. 

Malditas confesiones.... vallan hacía otra persona. 

Maldito amor.... ¿Por qué me confundes?

 Estaba allí parado, esperando una respuesta y yo no se la podía dar, no ahora....  estoy confundida. 

— Yo... ¡No lo sé! ¡Lo siento! —dije mientras salía corriendo y mi paraguas caía al suelo, me estaba mojando pero no pensaba regresar para agarrarlo y ver el rostro de Kevin. 

Sabor a sandía.Where stories live. Discover now