Prologo

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Japon puede parecer un país libre y un ejemplo de superación, pero lo que oculta es una sociedad obsesionada al trabajo con altos precios de viviendas y artilugios para subsistir, haciendo que las personas pobres de su sociedad vivan una difícil vida que no se diferencia en nada a lo que viven en los países del tercer mundo.

Entre estos habitantes del país naciente se encuentra Iruma Susuki, un niño huérfano de 15 que desde su más temprana edad entiende que la vida y es dura, su historia comienza como todo huérfano pero la de iruma agrega un toque que fue encontrado por una vieja y pobre anciana de que vivía en las montañas.

Esta viejita se apiado pobre bebe y lo crio hasta los 5 años, pero lamentablemente falleció no antes dejarle su precaria propiedad para que viviera el niño y de quien esa edad comenzó a trabajar en múltiples trabajos

Pescador, cazador de osos, probador de juegos, ayudante mangaka, transito...etc

Dejándole poco tiempo para poder ingresar a la escuela, pero eso no impidió su escolarización gracias a los libros y las explicaciones que le daban la gente que trabajaba con iruma que se apiadaban de la cruel vida que el niño tenía que vivir.

Así entre trabajos, sobrevivir en la intemperie y el estudio fue el camino que guio al pequeño niño hasta hacerse un adolecente de 15 años.

Pero con aun todas las vivencias que vivió el niño creció extrañamente sano y bastante fuerte para su tamaño, como también una increíble agilidad y predicción del peligro como una cercanía con las sombras del mundo ocasionando que no le tenga miedo la noche y a la muerte.

Esta falta de miedo a la noche y sus instintos agilizados ocasionaron en iruma una oportunidad de hacer trabajos nocturnos que otras personas temerían, pero iruma siempre lograba salir bien parado como era el de robar dinero a la mafia o esquivar a los policías como camello.

Siendo estos últimos los que menos les gustaba a iruma, porque no le hacían sentir bien, pero los tomaba cuando el dinero faltaba a fin de mes.

Pero eso últimamente no parecía ser un problema, ya que iruma había conseguido un trabajo en una pizzería donde le pagaban bien y los dueños eran amables que le permitían con sus horarios laborales poder ingresar en la escuela.

Este trabajo le gustaba a iruma y le daba tranquilidad financiera, por eso era normal en el último tiempo ver a un joven de cabello azul recorrer las calles de Kioto en bicicleta mientras llevaba los pedidos de pizza a los lugares a tiempo, su velocidad sumado a sus grandes instintos hacían que pareciera que montara un caballo y esquivaba los obstáculos como si mostrara divinidad.

Algunos le apodaban el "blue kaze" por su característico y raro pelo azul como su velocidad para recorrer las calles de Kioto, una velocidad que era premiada con el aumento de clientes y los cuales generaban que siempre al terminar su recorrido iruma recibiera por parte de los dueños rebanadas gratis de pizza.

Con el premio en mente en esta noche iruma recorría un nuevo camino debido a un nuevo cliente que interesado por los servicios de la pizza llamo minutos antes del cierre del local para solicitar una napolitana clásica y una coca cola de 3 litros, este cliente vivía en las montañas cerca de Kioto que para cualquier repartidor demoraría como una hora en llegar como también el temor de recorrer esos lugares.

Pero para Iruma no solo no le importaba, sino que también era rápido y con la ventaja de la bicicleta llegaría en 30 minutos.

Con eso en mente el pedido fue realizado ahora con el premio de dos rebanadas y una soda gratis por el esfuerzo.

Con ese premio iruma llego rápidamente a la residencia en las montañas, una casa tradicional japonesa sin alumbrado público por la distancia alejada de la gran urbe que era Kioto.

Iruma: El Principe del inframundoWhere stories live. Discover now