Hogar, no tan dulce hogar

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Marzo 11, 2015 Norfolk

-Estamos muy orgullosas de ti hija-

-Esa es mi campeona-

-Vas a llegar alto, muy alto-

-Yo, tengo miedo- les dije a ellos

-No tienes porque, no estás sola, nosotros estaremos allí para ti-

-¿Mama?-

Unos hombres los tomaban por la cabeza y se los llevaban

-¡Mama! ¡Papa!- gritaba tratando de llegar a ellos pero me era imposible, los estaban por ejecutar allí....frente mío. -¡No!-

-¡_____!-

Habían abierto mi cortina y yo estaba sentada completamente sudada.

-Dios ¿Estas bien?- Era Ally y me miraba preocupada –Estas exaltada—

-Sí. Si lo estoy- dije con mi pulso acelerado  -Solo tuve una pesadilla-

Cuando me di cuenta las cinco estaban allí mirándome con preocupación.

-Como gritaste, parecia que te estaban matando- dijo Dinah

Me senté con las piernas colgando y me tomé la cara. Mis manos estaban temblando, no me sentía  bien.

-¿Se sentía muy real?- me preguntó una voz, alcé la vista y era Lauren, estábamos solas ahora.

-Se sentía real porque en verdad pasó- suspiré y me paré para luego bajarme del bus y encontrarme con Virginia... mi ciudad natal –No te extrañé para nada- susurré

Fuimos a estirar un poco por el largo viaje, a almorzar. Trataba de calmarme pero no podía...

-Vas a romper ese pobre almohadón- me dijo Jack sentándose a mi lado -¿Estas bien?-

-¿Cómo quieres que lo esté Jack? Si estoy en la ciudad donde mis padres fueron asesinados-

-Lo sé, pero este es un desafío para ti-  me dijo colocando s mano en mi hombro –Para superarlo-

-¿Quieres que supere el hecho de que nadie hiso nada por justicia?- dije ya algo alterada –Lo siento pero no puedo-

-______-

-Voy a ir a verlos-

-Ya ____, sabes que no puedes-

-No me importa, voy a verlos, esas mierdas no son nada para prohibirme-

Cuando mis padres murieron todo fue un infierno para mí. La policía luego de dos meses había dejado de buscar al responsable, todos se olvidaron. Y yo enloquecí, desde allí me prohíben la entrada al cementerio.

-No ____, y no hablaremos mas- se levantó pero yo me apresure y tiré de su hombro

-No me puedes obligar a quedarme y lo sabes-

-Tú te vas, y no vuelves al tour- me desafío –Así de sencillo-

-¡Te odio!- dije y Salí de allí con furia

Busque en mi bolso unas vendas y me las coloque en las manos, esta vez sin mis guantes. Fui al gimnasio de allí donde no había nadie. Y empecé a descargarme con fuerza con la bolsa de boxeo como nunca lo hice. Mis manos dolían pero no paraba. Mis lágrimas recorrían mis mejillas, mi furia se iba por mis manos. Pero no bastaba...

De pronto sentí como me caía de rodillas y lloraba a más no poder.

-¿_____?-

-Quiero estar sola- dije parándome para volver a golpear el saco

-Debes calmarte-

-Ya Lauren- no quería verla a los ojos, solo trataba de que mis lagrimas dejaran de caer –Vete-

-No me iré- la sentí más cerca de mí –Dime que te pasa-

-Dije que te largues- golpee nuevamente la bolsa de boxeo hasta que tomó mi muñeca y se puso enfrente.

-Tus manos ya están hinchadas Dios, deja esto _____-

-¿No entiendes? ¡Déjame sola!-

Y ahí fue que me abrazo. Envolvió con fuerza mi cuello, escondiendo su rostro en mi cuello.

-Calma por favor- me susurró y así fue todo, me largue a llorar como une nena. Dejando vencer mi cuerpo  caer de rodillas. Pero Lauren no me soltaba para nada –Eso es, desahógate-

De apoco sentía como tenía una carga menos en mí. De apoco iba tranquilizándome y respiraba con mas normalidad. Hasta que dejé de llorar por completo y quedándome unos segundos más en los brazos de Lauren respirando su perfume, sintiendo sus pulsaciones y me separé.

-Gracias- le susurré

-No hay porque- dijo y me miró -¿Estas así porque estamos en tu ciudad?-

-Porque no me dejan ir al cementerio de mis padres-

-¿Por qué?-

-Tuve un conflicto allí y me prohibieron la entrada-

-No pueden hacer eso-

-Pues lo hicieron- la miré –Por eso estoy así-

-Para mí es una idiotez ¿Dónde está el cementerio?-

-En Richmond, nuestra próxima parada-

-Bien, entonces- se paró y me extendió su mano –Mañana iremos-

-¿Qué?-

-¿Eres sorda? Mañana apenas lleguemos nos escapamos y vamos-

-Van a matarnos-

-Oh vamos, eres ____ Brown, la rebeldía esta en tu sangre-

-Sí, tienes razón- dije convencida y tomé su mano para ararme –Mañana iremos, gracias-

Ella asistió –Será mejor que vallamos a ensayar-

Aun no me acostumbraba a que Lauren me tratara así, al fin nos podemos entender. Es raro pero agradable...

El retorno de una estrella (Lauren Jauregui y tu)  #Wattys2016Where stories live. Discover now