Día 3: El apellido Lawrence

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Corría tan rápidamente como mis piernas me lo permitían sintiendo como esos miserables Fatui me pisaban los talones, unas cuantas lagrimas salían volando de mis ojos siendo guiadas por la brisa que chocaba contra mi cuerpo y por cada pisada que daba me costaba más respirar.

"Ella es toda suya señor Dottore"

Esas simples palabras cargaban un gran significado, pues de esa manera fue como mis padres cerraron el trato con uno de los Once Heraldos, según ellos para poder restaurar el gran honor de los Lawrence. De por si era tonto pensar que esta vez saldría bien tomando en cuenta los resultados del tío Schubert, pero era aún peor el tan siquiera imaginar que estaban más que dispuestos a vender a su propia hija para lograrlo.

—¡No dejen que escape! —escuché detrás mío provocando que me pusiera más nerviosa.

Cuando todo parecía perdido ya que mis piernas no daban para más pude ver a lo lejos una cueva, si llegaba a ella podría esconderme el tiempo suficiente para perderlos y descansar un poco.

—Es ahora o nunca. —me dije a mi misma deteniéndome en seco.

Encare a mis perseguidores antes de levantar una muralla de oscuridad, la aproveche para sacar una copia de mí mientras yo me volvía invisible. Me aleje lo suficiente antes de hacer que la separación entre los Fatui y "yo" desapareciera para que toda la persecución volviera a su curso, aunque hacia una dirección diferente a la mía.

—Ilusos. —me burlé siguiendo mi camino.

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Para mi preciada Eula Lawrence.

¿Te está yendo bien en Mondstadt? Espero que así sea, sinceramente habría estado encantada al ver tu estado de primera mano, sin embargo, las circunstancias que fabricaron mis padres lo hizo imposible.

Aún me cuesta creer que luego de pasarme años estudiando en Sumeru, lo primero que escucho al regresar a mi tierra natal es que había sido vendida a un tal Dottore. He de admitir que era bastante lindo, no obstante, su falsa sonrisa y la situación me hizo darme cuenta de que no tenía buenas intenciones, probablemente estaba más que interesado en mis poderes.

Por otro lado, sé que ya pasaron tres meses desde que desaparecí y probablemente estés enloqueciendo, algo que lamento mucho. Aun así, quiero que sepas que hace unos cuantos días logré echar raíces en Liyue trabajando como mesera en el restaurante Wanmin, mi jefa es una niña brillante y muy simpática, me encantaría que la conozcas algún día.

Sin más nada que agregar, estaré esperando tu respuesta.

P. D.: por favor, no tomes venganza en contra mía :c

Con mucho amor, (Y/N).

Sonreí contenta al terminar de escribir esa carta dirigida a mi querida prima, ahora mi única familia.

—Abrich. —llamé a mi fiel ave sellando la carta. —¿Podrías entregarle esto a Eula, por favor? —le pedí amablemente.

—¡Por supuesto! —contestó con entusiasmo mi familiar antes de tomar el sobre con su pico y marcharse por la ventana.

—Sera mejor que salga ahora antes de que se me haga tarde. —me sugerí a mí misma soltando un suspiro.

Mi día transcurrió con normalidad en mi trabajo, ver la alegría de los comensales mientras los atendía me revitalizaba bastante, al igual que poder probar las deliciosas creaciones culinarias de Xiangling, aunque cuando se ponía a creativa con ciertos platos solía pasar un mal rato.

7 Días, 7 One-shots para Zhongli.Where stories live. Discover now