Día 4: Una poción de amor. (+18)

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(Aclaraciones: este escrito contiene escenas de índole sexual. Por lo que si eres menor de edad o eres sensible ante estos temas,  es recomendable que no lo leas.

—¡(Y/N)! —gritó una voz chillona tras el estruendo de unas cajas cayendo en el interior del almacén de la Funeraria el Camino.

Rápidamente el consejero de dicho negocio se dirigió hasta el lugar de donde provino aquel preocupante sonido, allí se encontró a la pequeña Paimon quien no tardo en acercarse al mayor para explicarle lo que ocurrió.

—Hu Tao nos pidió que trajéramos algunas cosas, cuando ella trato de poner una en el estante más alto se resbaló y creo que se torció algo. —explicó la peliblanca extremadamente nerviosa.

—Debes calmarte. Sal y toma un poco de aire, yo me hare cargo de la situación. —le ordenó el asesor con seriedad, a lo que la pequeña flotante solo asintió y se marchó.

El antiguo arconte Geo volvió la mirada a la joven rubia que tenía enfrente, quien se encontraba cabizbaja con una mano tocando su frente. Estaba rodeada de cajas cuyo contenido ahora estaba disperso en el piso, era algo que se esperaba. Aunque había algo que no lo hacía: un frasco cuyo liquido rojizo ahora se encontraba empapando a la joven.

—Señorita (Y/N). ¿Se encuentra bien? —preguntó el pelinegro arrodillándose frente a la muchacha.

—Zhongli. — lo llamó ella levantando la cabeza, algo que permitió al nombrado notar que el iris de sus ojos había cambiado su forma a la de un corazón. —¡Te amo! —exclamó contenta saltando a los brazos del contrario, quien la atrapo completamente desconcertado.

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—Mi amado Zhongli, mi amado Zhongli. —tarareaba cierta rubia alegremente mientras balanceaba las piernas y abrazaba firmemente el brazo del nombrado, quien no paraba de verla confundido por su repentino comportamiento.

—Definitivamente se trata de una poción de amor. —diagnostico el jefe alquimista de los Caballeros de Favonius mirando a la pareja. —He escuchado que en Sumeru se experimentó con esto por algún tiempo, aunque nunca me entere de los resultados. Pero por lo que hemos probado aquí, ella es más que consiente de casi todo a su alrededor, no obstante, debido a su loco enamoramiento siempre terminara distorsionando las cosas cuando se trata de usted. —explicó revisando sus apuntes. —Ciertamente es fascinante. —finalizó encogiéndose de hombros.

—¿Y por cuanto tiempo perdurara en este estado? —preguntó el pelinegro sintiendo como (Y/N) tomaba su mano para entrelazarlas.

—No tengo idea, puede ser que tal vez un día o toda la vida. Como dije anteriormente, hasta donde sé los resultados de la academia de Sumeru nunca salieron a la luz, por ende, no hay nada verdaderamente claro. —respondió el rubio cruzándose de brazos. —Me tomare el tiempo para investigar todo sobre esta mezcla y encontrar una solución, hasta entonces cuide ella y trate de no alejarse mucho, al parecer, cuando lo hacer por demasiado tiempo empieza a decaer al punto de casi morir. —agregó como si nada.

—¿¡Casi morir!? ¿Acaso esto se ha vuelto una metáfora muy oscura sobre el amor? —preguntó Paimon totalmente indignada. —Por otro lado, dentro de tres días zarpara El Alcor, nuestra única oportunidad para llegar a Inazuma. No podemos quedarnos en Liyue. —comentó preocupada por el destino de su viaje.

—En ese caso. —habló Zhongli tomando una pose reflexiva. —Iré con ustedes, en antaño recibí su ayuda múltiples veces, ahora me toca devolverles el favor. —afirmó tranquilamente sacando a la de ojos azules de su trance.

7 Días, 7 One-shots para Zhongli.Where stories live. Discover now