Dreeblissa || •Eren Jaeger•

01

Capítulo 01

“ᶜᵒᶰ ᵗᵘ ᵛᵒᶻ ᵃᵖᵃᵍᵃᵈᵃ ᵠᵘᵉ ᵐᵉ ʳᵒᶻᵃ
ᴾᵒʳ ᶠᵃᵛᵒʳ˒ ˡˡᵃᵐᵃ ᵐᶤ ᶰᵒᵐᵇʳᵉ ᵘᶰᵃ ᵛᵉᶻ ᵐᵃ́ᶳ”

«《·♫º·•[•♪♪•]•·º♫··♫º·•[•♪♪•]•·º♫·》»

— ¡Eren! —gritó aquella muchacha llamando su atención—. ¡¿Qué crees que haces en medio de la lluvia?!

— ¡Buscaba algo! —le sonrió divertido al notar como frotaba sus brazos—. ¡¿Quieres venir aquí conmigo?!

— ¡Estás demente, Jaeger! —sonrió y corrió a su lado rodeando su cuerpo—. Deberíamos estar adentro como es debido, hace frío y probablemente terminemos resfriados. —mencionó para despeinar el cabello café de su acompañante—.

— Podré ver lo linda y tierna que te ves estando resfriada. —dijo para tomar una leve distancia y observarla detenidamente—.

— No cuenta. —dijo y recibió un beso en su nariz—. ¿Podríamos irnos ya? No quiero que me veas en ese estado. —sonrió devolviéndole el mismo gesto del beso—.

— Vamos. —le tomó la mano y corrió a su lado hacia el interior de la casa—.

Tomaron unas toallas que se encontraban cerca de la entrada -las cuales había dejado _____ allí- y se secaron el cabello de forma rebelde el uno al otro, mientras que las sonrisas iban y venían, junto a un abrazo. No les quedó más opción que cambiarse de ropa.

Cuando terminaron de vestirse, ya ambos se encontraban preparando una merienda caliente para que se les quitara el frío. Pequeñas charlas surgieron en ese proceso. El café latte y los sándwiches de jamón y queso tostados ya estaban listos; dejaron todo sobre la mesita frente al sillón.

— Olvidé las servilletas. —dijo _____ volviendo a la cocina—.

Eren se quedó esperándola en el sofá y el latte llamó su atención; no tenía las galletitas trituradas de chocolate sobre la espuma que tanto le gustaban a su pequeña novia, y de igual forma volvió a la cocina encontrando que la chica ya volvía de regreso.

— ¿Qué se te olvidó? —cuestionó mirándolo—.

— Vuelve a la sala, en un momento iré. —le sonrió—.

En cuanto ella se retiró de aquel espacio, se acercó al estante nombrado “dulce” donde se encontraban aquellas galletitas, las rompió con las manos -sin abrir el paquete- y tomó una cuchara volviendo a la sala. ______ no se encontraba allí y suspiró para soltar una risa.

— Uno... Dos... Tres.

— ¡Ya volví! —dijo apareciendo la chica con una manta color durazno con apliques dorados, Eren negó sonriendo—.

— Sabía que habías ido a eso.

— Es imposible, no puedes saber todo lo que hago. —se sentó en el sillón dejando la manta en sus piernas—. Soy muy impredecible.

— Lo que digas, enana. —dijo y tomó asiento a su lado—. Te traje tus galletitas, ten. —dijo para abrir el paquete y colocar la cuchara dentro—.