05

42 4 5
                                    

“ᴺᵒᶳᵒᵗʳᵒᶳ ʳᵉᶤ́ᵐᵒᶳ ʸ ˡˡᵒʳᵃᵐᵒᶳ ʲᵘᶰᵗᵒᶳ
ᵀᵒᵈᵃᶳ ᵉᶳᵗᵃᶳ ᶳᶤᵐᵖˡᵉᶳ ᵉᵐᵒᶜᶤᵒᶰᵉᶳ
ᵀᵃˡ ᵛᵉᶻ ˡᵒ ᶠᵘᵉʳᵒᶰ ᵗᵒᵈᵒ ᵖᵃʳᵃ ᵐᶤ”

«《·♫º·•[•♪♪•]•·º♫··♫º·•[•♪♪•]•·º♫·》»

Estoy seguro de que aún recuerdas por todas las cosas que hemos pasado, y te recordaré uno de los principales recuerdos que aún atesoro en mi conciencia.

Ese día cuando en el garaje de la casa estuvimos un buen rato tratando de mover una caja, ¿Recuerdas cierto? El como nos burlamos el uno del otro, y que me dijiste princeso; y era cierto, no quería mover las cosas de la caja, quería la caja sola como habías dicho.  ¿Recuerdas lo que sucedió luego de intentar moverla juntos? Terminé en el suelo por intentar desquitarme con una cubeta y tu risa había sido lo primero que invadieron mis oídos, que cuando volteé a verte estabas agachada frente a la caja aún intentando moverla, y cuando tu risa parecía que iba a terminar, se hizo presente aún al verme sobre el suelo.

Me había puesto de mal humor por no haber obtenido aquel cartón cuadrado, y durante la noche, en la cena, lo habías notado e hiciste como si nada pasara, e incluso me ignoraste porque sabias que iba ser dificil que me olvidara de ello, y cuando llegó la hora de dormir, en el silencio de la noche, tu risa tan caracteristica y preciosa volvió a llamar mi atención... Que ignore como lo habías hecho conmigo, pero en el fondo moría por verte y reír contigo.

Al otro día recuerdo que me despertó tu voz de una forma tan suave y cariñosa, tan melodiosa. Cuando abrí mis ojos pude verte con una tierna sonrisa : “Tengo algo para ti” dijiste, y desde detrás de tu cuerpo sacaste aquel cartón cuadrado con el que tanto había estado molestando. Días después preguntaste : “¿Qué hiciste con la caja que te di?”  y te observé por un largo rato. Nunca te lo había dicho pero la conserve porque me la habías dado, y eso era especial porque cumpliste un capricho estúpido de mi parte.

Y admito algo, nunca me daban ganas de abrir los ojos cuando me despertadas porque cuando estaba en ese estado tan somnoliento, parecía que estaba en las nubes y tu eras mi ángel.

Podría recordar uno y miles de esos momentos en el que solo estábamos juntos, donde nos teníamos el uno al otro, y que sin importar las dificiles que la vida nos ponía, allí en nuestra habitación, nos dábamos apoyo mutuo en un abrazo reconfortante y tranquilo.
Esa era nuestra forma de traspasar los pensamientos y/o problemas que nos atormentaban. Nunca me dejaste solo y eso te lo agradezco.

Dreeblissa || •Eren Jaeger•Where stories live. Discover now