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Capítulo 02

"ᴬᵘᶰᵠᵘᵉ ᵉᶳᵗᵉ́ ᵈᵉ ᵖᶤᵉ ᵇᵃʲᵒ ᵉˡ ᶜᵒᶰᵍᵉˡᵃᵈᵒ ᵃᵗᵃʳᵈᵉᶜᵉʳ
ᶜᵃᵐᶤᶰᵃʳᵉ́ ʰᵃᶜᶤᵃ ᵗᶤ˒ ᵈᵃᶰᵈᵒ ᵘᶰ ᵖᵃᶳᵒ ᵃ ˡᵃ ᵛᵉᶻ"

«《·♫º·•[•♪♪•]•·º♫··♫º·•[•♪♪•]•·º♫·》»

Omnisciente.

Desde hacía unos días atrás, el castaño café había estado elaborando una salida junto a su novia, quería sorprenderla haciendo un evento lindo y con varios detalles para recordarle lo mucho que la apreciaba.
Ese mismo día ya tenía todo planeado, solo quedaba el llamarla y convencerla de que aceptara dejarse guiar, y entonces lo puso en marcha.

— ______. —la llamó—. ¿Podrías acompañarme?

— ¿A dónde quieres ir? —dijo curiosa acercándose a su persona—.

— No cuestiones, solo tienes que confiar en mi y seguirme.

— De acuerdo, soy toda tuya. —dejo escapar una risa luego de eso—.


Eso había sido un tanto fácil, ni siquiera hubo objeción alguna de su parte.

— Perfecto. —se acercó a ella—. Cierra los ojos. —y eso hizo la chica, para que el castaño le pusiera una venda en los ojos—.

— ¿Qué estás haciendo? —cuestionó al sentir la tela sobre su piel—. ¿Esto es necesario? —dijo sujetando la venda desde el frente, en lo que el chico giraba detrás de ella—.

— No. —sintió como su novia se puso seria y el como estaba por girarse para reclamarle, pero continuo hablando—. Simplemente quiero que sea sorpresa, que tengas una... —buscó la palabra correcta—. Impresión visual mejor.

— ¿Estás usando psicología?

— Claro que no. —terminó de atarle la venda y se giró delante de ella—. Solo sígueme, no dejaré que algo te suceda en el camino. —______ solo asintió, dando a entender de que ya podía poner en marcha la caminata con un destino desconocido para ella—.

Llevaban minutos en la caminata que era acompañada por risas de parte de ambos, ya que, el castaño, que guiaba a su novia por aquella zona de prados verdes acompañado con un lago cristalino, la soltaba dejando que ella misma caminara haciendo que varias veces se tropiece con alguna que otra piedra pequeña, y que hasta casi terminara dentro del agua, pero de no ser por el castaño que la abrazo de la cintura desde atrás soltando una risa, hubiese terminado allí.

Le gustaba ver la cara de frustración y gracia que hacía la chica en cuando le soltaba la mano, pero en aquel trayecto nunca dejó que cayera.

— ¿Podrías darme tu mano? —dijo cerca—.

— No. Puedo caminar sola, sin ningún guía.

- ¿Segura? —dijo serio—.

— Si, además, me acostumbré. —dijo confiada—.

— Como gustes. —dijo y se adelantó bastante—.

_____ sintió como los pasos de Eren se habían alejado demasiado, al punto de que ya no los escuchaba, y por ende, disminuyó su velocidad un tanto tímida y con temor. El castaño que la miraba sonrió burlón al verla y espero pacientemente hasta que llegara a su lado.

Dreeblissa || •Eren Jaeger•Where stories live. Discover now