Nuevamente un día más, uno más en donde tengo que aguantar este infierno llamado vida amorosa. Jamie ahora estaba en el trabajo, y yo estaba aquí, sola. Hace un tiempo había dejado mi trabajo a petición de James, y además de eso no podía salir.

Porque si Jamie llegaba antes y no me encontraba en casa, se haría una pelea, y bueno, creo que ustedes saben que tipo de peleas me refiero.

Y tampoco podía pedirle a mi hermana o cualquier otro familiar que viniera conmigo porque, mis padres estaban lejos, y Míriam y Jamie no se llevan nada bien. Y eso también a veces desataban peleas.

El sonido de la puerta cerrarse me hizo saber que Jamie ya estaba en casa, aún así no quise levantarme de cama, en cambio fingi estar dormida. Solos escuchaba sus pasos subir las escaleras.

Luego la puerta de la habitación fue abierta, supe que se quito el saco que llevaba y luego se recostó a mi lado y me abrazo por la espalda, me quedé lo más quieta posible.

—Se que estas despierta—

Aguante un suspiró y gire un poco mi cara

—Llegaste—

—¿Que haces aquí recostada?—

—Tuve dolor de cabeza todo el día, quería descansar un rato—

—¿Quieres que te lleve al médico? —

—No, así estoy bien. Gracias—

—Bueno, iré a cenar—

—Esta bien—

Jamie se levantó y volvió a salir de la habitación, me acomode mejor, metiendo mis manos bajo la almohada y mantuve mis ojos cerrados.

Un rato más tarde Jamie volvió a recostarse a mi lado, nose cuánto tiempo pasó pues me había quedado dormida realmente.

Sus brazos rodearon mi cintura y senti sus labios desde mi hombro hasta mi cuello, me removi un poco para así intentar que se alejará.

—Jamie.. —

—Te necesito nena—

—Ahora no—

—Justo ahora—

Se posicionó encima mio mientras continuaba besando mi cuello y metia sus manos bajo mi camisa de pijama.

Me quedé quieta por unos segundos y luego intente separarlo nuevamente de mí

—Jamie, no, ahora no—

—Por favor Christine—

—No James, sueltame—

Jamie me tomo por las muñecas y subió mis manos a la altura de mi cabeza, apretandolas contra la almohada.

—Vas a hacer lo que yo diga, no estoy preguntando si quieres—

Intento besarme y al mismo tiempo quitar mi ropa, sin embargo yo empecé a forcejear con él. Y entonces el primero golpe llegó.

Su mano impacto fuertemente sobre mi mejilla, haciendo que mi cara girase y yo llevara mi mano tocando el area afectada.

Jamie tomó mi cara haciendo que lo mirará, su cara tenía una expresión de enojo, y su mirada me transmitía un sentimiento de terror

—Quedate quieta y haz lo que digo, si no quieres que esto termine en algo mucho peor—

No me quedo otra opción más que bajar la guardia y quedarme quieta, solo dejando que el hiciera lo suyo. Cerré mis ojos dejando caer algunas lágrimas, ¿cuanto más tenía que soportar?

𝑷𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐𝒑𝒂𝒕𝒉𝒊𝒄 𝒍𝒐𝒗𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora