Marca de matrimonio

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Al salir de la ciudad los guardias usaron un pergamino deteletransportación para llegar al reino de Cosset, esa
era laprimera vez que Abril usaban la magia de teletransportación, ellase sintió mareada y como si todo su
cuerpo fuera destruido yvuelto a armar.

Cuando los guardias abrieron la puerta del carruaje diciéndoleque ya habían llegado encontraron a la
joven princesa jadeandode dolor, ellos no le preguntaron si alguna vez había viajadousando pergaminos
de teletransportación, pero ellos habíandado por sentado de que lo había hecho ya que se trataba deuna
princesa. La primera vez que se viajaba con los pergaminos deteletransportación podía ser muy cansado,
pero nuncaescucharon que fuera doloroso, ellos pensaron que la princesaestaba fingiendo y la
ignoraron. _Por favor baje princesa, no haga esperar a su majestad el rey. Ellos la obligaron a salir del
carruaje aun cuando Abril apenas ypodía mantenerse en pie, cansada y adolorida ella caminó
casiarrastrándose. Ellos la llevaron a un enorme templo, Abril camino sin detenerse,cada paso resultaba
doloroso y agotador, cuando entraron altemplo ella vio que estaba decorado hermosamente con flores,el lugar

estaba lleno de gente y en el fondo había una enormeestatua de Juno, diosa del matrimonio, los guardias le
dijeronque caminara sindetenerse, en el altar junto a la estatua habíaun hombre, Abril tenía su vista borrosa y
hasta que no estuvo lo suficientemente cerca no pudo distinguir las facciones de aquelhombre. Él era alto, de
hombros ancho y músculos apretados tenía elcabello negro y unos hermosos ojos verde esmeralda, entre
másse acercaba más grande le parecía aquel hombre a Abril. Él tenía

una expresión de desagradó en su rostro que no se molestó enocultar. Él debe ser el novio, pensó Abril, eso
significaba que esa era suboda. Ella caminó hasta quedar frente al rey de Cosset, AlessandroVeriatte. Abril no
se inclinó haciendo ninguna reverencia,tampoco habló con palabras dulces solo dijo. _Hola. Sus palabras
fueron cortantes, no mostraron ningún sentimiento,ni dolor, ni rabia, ni temor, tampoco hubo odio, sus
palabrassonaron vacías. El rey frunció el ceño, molesto de que ella fuera tan insolente,que lo despreciará de
esa manera delante de todos comodiciendo. No me inclinaré ante ti, no mereces mis respetos. Lo que el rey
no sabía era que Abril no tenía la menor idea sobrela etiqueta que debía mostrar en presencia de alguien con
unalto cargo ya que ella nunca había recibido tal educación. El rey extendió su mano, molesto al tener que
tocar a la hija desu enemigo jurado; Alessandro quería acabar con esa. situaciónlo más pronto posible, así
que acortó la ceremonia y dijo. _Frente a la diosa Juno uno mi vida a ti, a partir de hoy seremosmarido y
mujer.

Abril no dijo nada, simplemente se quedó en silencio sin saberque hacer, ni que decir, él rey le dio una copa
de vino y le dijo. _Bebe.Abril hizo los que él le mandó, él rey hizo lo mismo, despuéspuso la copa en una
mesa y con una daga que había en la mesase hizo un pequeño corte derramando sangre sobre unpergamino
y le dijo a Abril que hiciera lo mismo, cuando lasangre de los dos se mezcló, el pergamino brillo y una
marcaapareció en la mano izquierda de Abril y de mano izquierda deAlessandro. Era una marca que los unía
como pareja, la marca no podíaborrarse y el único momento en el que desaparecía era elmomento en el que
uno de los dos moría, liberando al otro de sucompromiso, de su -juramento delante de la diosa.Abril miro la
marca en su mano, era como un tatuaje de un colordorado brillante como el oro que resaltaba en su blanca
piel. Él le dijo. _Ahora eres mi esposa, esperó que te comportes como tal. El rey no la beso, ni tomó su mano,
se suponía que debía haceresas dos cosas, pero él decidió omitirlo, ella sabía lo que esosignificaba, aunque
seas mi esposa no te trataré como tal.En ese momento Abril hizo una pequeña reverencia y le dijo. _Estaré a
su cuidado de ahora en adelante.

Alessandro molesto camino hacia la salida, Abril lo siguió ensilencio mientras todas las miradas llenas de odio
seconcentraban en ella. Alessandro se subió al carruaje que los estaba esperando en laentrada, Abril se
quedó de pie frente al carruaje, Alessandro ledijo desde el interior del carruaje. _ ¿Acaso no piensas
subir? Abril subió al carruaje, el cochero se puso en marcha inmediatamente. Alessandro cerró sus ojos, el
solo verla hacíaque se pusiera furioso y quisiera tomar su delicado cuello entresus manos y romperlo. El reino
de Cosset había sufrido muchopor culpa del rey de Laios, después de años de guerra un día elrey de Laios
envió un mensajero pidiendo una tregua a través dellazo del matrimonio, el reino de Cosset había sufrido
mucho por la guerra, al final no tuvo más opción que aceptar el matrimonio. Cuando llegaron al palacio
Alessandro se bajó primero delcarruaje y le dijo a uno de los sirvientes que guiará a la princesa asu
habitación. No hubo banquetes, ni bailes por el matrimonio,eso fue algo que en vez de hacerla sentir triste o
enfadada hizoque Abril se sintiera aliviada ya que podía ir directamente adescansar, algo que deseaba
profundamente ya que aún sesentía mal por el viaje, Una sirvienta la guio por los pasillos de aquel magnífico
castillo yla llevó a una habitación.

_Esta será su habitación, por favor no salga sola, si necesita algotire de la cuerda que hay al lado de su cama
y vendré deinmediato. Abril miro la exquisita habitación que le habían dado, al parecerahí también era una
prisionera, aunque se alegró de que suprisión fuera más hermosa que la anterior, antes de que lasirvienta se
fuera abril le pidió que le trajera algo ligero paracomer y una cesta de frutas. La sirvienta asintió con la cabeza
y se retiró. Abril revisó la habitación era una habitación digna de unaprincesa, después ella se quitó el velo y
los adornos de sucabello, los adornos eran pesados y le provocaron un fuertedolor de cabeza, después

intentó quitarse el vestido, pero nopodía hacerlo por su cuenta, debía esperar a que la sirvientaregresará para
pedir su ayuda. Sin nada más que hacer Abril sequitó los incómodos zapatos que habían estado apretando
sus pies y se tiro en la cama, era tan suave y mullida que Abril sintiócomo si estuviera durmiendo sobre una
nube, ella no recordabahaber tenido una cama tan blanda en toda su vida, ella miro eltecho de la habitación y
pensó. Creo que tendré una buena vida en este lugar.

Esposa olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora