Perdóname

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Las sirvientas entraron con un sin fin de flores a la habitación,Abril se preguntó que era todo eso, la habitación
quedo repletade flores, de todos los tipos y colores, aunque no había rosas,mientras los veía Abril preguntó. _
¿Qué es todo esto?  _Su majestad ordeno que trajéramos estas flores para laprincesa. Respondió una de las
sirvientas.  _No las quiero, llévenselas.

_No podemos hacer eso princesa, su majestad se enojaría connosotras si no obedecemos sus órdenes.  _No
las quiero.  _Por favor princesa acepte las flores, ellas no tienen la culpa denada. Las sirvientas estuvieron
rogándole a la princesa durante variashoras hasta al final ella acepto las flores. Después de que lassirvientas
se fueran Abril se quedó mirando las flores, un dulcearoma se había extendido por toda la habitación. Era
unhermoso detalle por parte del rey, sin embargo, ella no podíaperdonar que le hubiera mentido, ella sabía
que estaba siendonecia, pero ella odiaba que le mintieran y sobre todo odiaba el dolor. Alguien toco la puerta,

poco después Alessandro se asomó a lahabitación y preguntó.  _Puedo pasar?  _No. Alessandro termino de
entrar a la habitación ignorando losdeseos de Abril, él se sentó en el borde de la cama, intentotomar su mano,
pero ella no lo permitió.  _Se que estas molesta, pero me estoy disculpando. Abril giro su rostro hacia otro
lado, ella no quería escuchar al rey,cubrió sus oídos con sus manos y le dijo.

_No quiero escuchar a su majestad. Alessandro tomo las manos de Abril y la obligo a que lo mirara.  _ ¿Qué
quieres que haga para que me perdones?  _Nada, ya no creo en las palabras de su majestad.  _Se que
te mentí y te pido perdón por eso, no pude controlarmey te lastimé.  _Me dolió mucho, aun me
duele. Alessandro le robo un beso Abril y le dijo.  _Lo siento. Abril intento apartarlo, pero no pudo, él
siguió besándola y entrebeso y beso repitió una y otra vez.  _Lo siento. Cuando Abril dejo de forcejear Abril le
dijo.  _Lo siento, no volverá a suceder, seré más gentil la próxima vez.  _No habrá una próxima vez, no quiero
volver a sentir dolor. Alessandro acaricio su rostro, su cabello, le dio un suave en lasmejillas, en los labios y le
dijo.  _Perdóname, haré lo que me pidas, pero perdóname, deja queme redima.

_Ya no creo en las palabras de su majestad, son mentiras, yoodio que me mientan, puedo soportar que me
ignore o que metrate mal, pero odio que me mientan y aún más odio el dolor.  _Ahora que lo sé no volverá a
suceder.  _ ¿De verdad?, ¿Lo promete?  _No puedo prometer que no habrá dolor en el futuro ya quesigues
siendo inexperta, pero una vez te hayas acostumbrado, nohabrá dolor.  _ ¿Esta vez no es una
mentira?  _Claro.  _No lo es. Alessandro siguió llenando su rostro de pequeños besos hastaella accedió a
perdonarlo, aunque seguía negándose a unasegunda vez. Alessandro sabía que había ocasiones en las
queera mejor ceder, así que no siguió insistiendo, esperaría que secalmara, bajara su guardia y olvidara lo
sucedido la nocheanterior. ***Cassian había vuelto al campo de entrenamiento, ese día élestuvo practico con
la espada toda la tarde, él. queríadesahogarse, sacar todo el dolor y el sufrimiento que llevaba ensu interior.

El que Alessandro y Abril hubieran consumido su matrimoniosolo significaba una sola cosa, ellos habían
pasado a ser unverdadero matrimonio, ya no había lugar para él entre ellos. Cassian siguió practicando hasta
que sus manos terminaronllegándose, estaban en carne viva, el dolor había comenzado aser muy molesto. Si
iba a ver a la princesa, aunque fuera unmomento él sabía que sus heridas podían sanar fácilmente, peroél se
negaba a ir a verla, porque en ese momento él era incapazde controlar sus emociones y no quería decir o
hacer algo de loque se arrepintiera en un futuro.

Esposa olvidada Where stories live. Discover now