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-Wanda-

“Hey Wands, este es el mensaje treinta que te dejo a lo largo del mes. Esta mañana pase por Peter a tu casa para llevarlo a la escuela y tu mamá me dijo que seguías indispuesta para ir a la universidad, le deje tus trabajos calificados así como también las tareas y apuntes para que los hagas…Mira se que estas mal y que ese dolor fue causado por mi culpa por meterme donde no debía pero… por favor, habla conmigo y dime que todo está bien por que estoy comenzando a pensar que me dejas en visto porque arruine todo. Si es así solo me quiero disculpar por lo que hice y espero me puedas perdonar”

Observo los números en mi despertador que marcan las siete de la mañana, escuchando el último mensaje de voz que Marie me ha mandado el mes pasado, suspiro tomando mi teléfono de la almohada antes de levantarme de la cama para comenzar de nuevo con mi vieja rutina matutina para volver a ir a la universidad desde que me entere de aquella noticia que me movió el mundo por completo.

Wanda: Estoy bien Marie, no me he molestado contigo.Te veo en unos minutos?

Escribo el mensaje saliendo de mi habitación tras terminar de arreglarme, apagando la pantalla de mi telefono cuando veo las dos palomitas marcarse en color azul, alzó la vista de mi teléfono encontrándome con Peter jugando con su cereal mientras mamá habla por telefono cerca de la ventana de la sala, dándose la vuelta para regalarme una pequeña sonrisa cuando un claxon suena a las afueras de la casa, acercándose para dar un beso en mi cabello seguido de uno en el de Peter el cual sonríe también acercándose a tomar mi mano.

Era la primera vez que salía de mi habitación desde hace dos meses.

Y Marie, ya no viene por nosotros. -pregunté confundida al llegar a las afueras y ver a un hombre de traje esperandonos en la camioneta.

Ella ya no pasa por mi, la señora Wagner nos prestó a su chofer. -sonrió mi pequeño hermano acercándose al hombre que nos abría la puerta.

Buenos días joven Peter, señorita Wanda. -sonrió el pelinegro hombre de manera cortés cuando también me acerqué para subir a la camioneta.

Buenos días Martin. -saludo mi pequeño hermano subiendo a la camioneta con su ayuda.

Buenos días, disculpe dónde está Marie. -pregunte subiendo también al vehículo observando como la sonrisa del hombre se borraba.

La señorita Wagner se encuentra ocupada. -fue su respuesta antes de cerrar la puerta.

No quise preguntar más así que fijé mi vista en la ventana alejada de la conversación, jugando con mi teléfono en mis manos.

Wanda: No sabia que ya no pasabas por Peter a casa, ¿Te veo en la universidad?

Mire cómo salía una sola palomita en mi mensaje haciéndome fruncir el ceño al ver que ya no me aparecía la foto de Marie, intente marcar su número pero mis llamadas iban directo al buzón de voz dándome por vencida al saber lo que eso significaba.

Y no la juzgaba si ya no quiere volver a hablar después de que la trate con la punta del zapato cuando ella solo quería ayudarme después de lo que pasó con la llamada.

Al llegar a la universidad lo primero que hice fue a buscar a Marie en la entrada pero no la encontré, así que entre al edificio con la esperanza de verla en nuestra primera clase para poder hablar con ella y pedirle una disculpa por tratarla como lo hice pero tampoca la encontré como siempre al ser de las primeras en entrar. La primera, la segunda, la tercera y así pasaron el resto de las clases sin la presencia de la pelinegra en ninguna de nuestras clases del día y tampoco en algún otro lugar de la escuela.

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