39°

94 12 2
                                    

-Wanda-

Observo las gotas de la ligera lluvia bajar por la ventana del taxi en el que voy sintiendo como el nudo en mi garganta crece cada vez más, agradeciéndole al hombre cuando se detiene a las afueras de la gran casa de mi padre, pagando antes de bajar a sacar mi maleta de la cajuela del auto sin importar que las gotas de lluvia me mojen, viendo como el auto amarrillo se aleja girando sobre mis talones para poder caminar hacia la entrada, alzando mi mano para llamar a la puerta esperando solo unos segundos tras mi toque para que el castaño hombre aparezca frente a mí mirándome con completa confusión.

Wanda qué haces aquí cariño, no te veríamos más tarde en la locación que nos mandaste por mensaje. -pregunto alzando su brazo para observar su reloj de muñeca.

Papá puedo pasar. -pregunte aferrándome al mango de mi maleta.

Claro hija, estás empapada... Charles tráeme una toalla. -gritó haciéndose a un lado.

Para qué quieres una... Wanda. -se detuvo en su camino girando a verme.

Hola Charles. -lo saludé parándome en el tapete de la entrada para no mojar el suelo.

Iré por una toalla, la traigo enseguida. -me sonrió señalando las escaleras tras de él.

Quedándonos en silencio hasta que sus pasos se dejaron de escuchar.

Que paso hija. -preguntó mi padre acercándose a mí con su trapo de cocina.

Natasha me corrió de su departamento. -susurre sintiéndolo secarme el cabello.

Discutieron de nuevo. -pregunto estirando su mano cuando Charles bajo.

Si, pero ya verás que mañana llamará y podremos hablar cuando ella esté más calmada. -le sonreí ligeramente aceptando la toalla que me dio.

Quieres hablar sobre lo sucedido. -pregunto cuando la puse sobre mis hombros.

Puedo darme un baño primero. -pregunte señalando mi ropa mojada por la lluvia.

Pensé que caminar estaría bien para despejar mi mente pero la lluvia me ganó.

Claro, ve a tu habitación a tomar un baño. -estiró su mano Charles señalando mi maleta.

Gracias. -les intenté sonreír quitándome mis zapatos mojados.

Pasando a su lado para subir las escaleras con dirección a mi habitación.

Entrando directo al baño en donde con cerrar la puerta me dejé caer contra esta soltando un sollozo que desgarro mi garganta, acomodándome de mejor manera para abrazar mis rodillas escondiendo mi rostro entre ellas recordando cómo esos ojos verdes que me había enamorado solo me veían llenos de dolor por una historia totalmente mal contada.

Por qué todo siempre se complica. -pregunte sintiendo otro sollozo salir.

Cerrando los ojos mientras mi cuerpo temblaba violentamente recordando mi discusión que tuve con aquella rubia y castaña antes de subir a mi taxi.

Moviendo mis manos con nerviosismo entrando de nuevo a la fiesta pidiéndole disculpas a la rubia y al pelinegro que se acercaron a mí con rapidez para saber si todo estaba bien, caminando hasta la mesa solo para notar que no había sacado mi teléfono de la bolsa de Natasha, pidiéndole a Loki que llamara un taxi para poder ir tras de mi novia para saber qué era lo que había pasado, viéndolo asentir mientras yo solo tomaba mi saco del respaldo de la silla para poder salir del lugar dejando de arruinar el cumpleaños de mi sobrina.

A donde crees que vas Maximoff. - escuche gritar a Carol caminando tras de mí.

Voy a buscar a mi novia, tengo que hablar con ella. -contesté poniéndome mi saco.

Privilegiados Where stories live. Discover now