Capitulo 1

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Descenso
15 años antes...

—El proceso de adopción es algo complicado pero... con suerte algo muy satisfactorio señores. Estamos seguros que con sus antecedentes y su gran disposición, muy pronto cumplirán el sueño de ser padres.

La mujer sonrió a través de sus anteojos redondos. La pareja sonrió complacida pero un tanto preocupada. Habían invertido tanto para que el proceso de adopción fuera un éxito que si algo llegara a fallar, no podrían resistirlo.

Caminaban detrás de la mujer quien no había dejado de hablar repitiendo una y otra vez la necesidad que tenían esos angelitos de encontrar un buen hogar.

Después de un rato llegaron a una enorme sala donde había pequeños de todas las edades jugueteando con pelotas y demás juguetes. Ojos castaños, azules, verdes y de todas las tonalidades los miraron con curiosidad. Eran hermosos. Esas sonrisas eran preciosas.

—Clarisa, cariño, limpia tu rostro.
El hombre hablo bajo pero ella pudo escucharlo. Sin darse cuenta estaba derrando lágrimas llenas de esperanza y anhelo.

De inmediato se levanto y limpio su rostro. No quería asustarlos. Pero no podía evitarlo, pensando que la mayoría de ellos no tendrían un hogar ni a una persona que los amará de verdad.
Realmente le rompía el corazón.

—Bien mami y papi, este pequeño terroncito de azúcar quiere conocerlos.

Una de las cuidadoras y enfermeras entró a la sala con una pequeña en brazos. Sus ojos eran verdes y enormes. Su cabello era rojizo igual a una pequeña zanahoria tierna. Y en sus mejillas podían verse pequeñas pecas marrones. Era preciosa.

Sujetaba con fuerza la ropa de la enfermera, era evidente que se había acostumbrado a la presencia de todas esa personas. Clarisa de inmediato quiso sostenerla pero la careta de la pequeña junto con un pequeño puchero la hicieron desistir del intento.

—Señora Smith debe tener más seguridad al momento de sujetarla. Ella debe sentir su amor y su cariño. No su temor.

Tenían razón. Esa pequeña pelirroja ahora era su pequeña hija. Suya.

La tomó en brazos logrando acallar las protestas de la pequeña. De inmediato la niña dejó de patalear y se quedó quieta mirando con curiosidad a ambos. El hombre se acerco a ambas y empezó a mimar a la pequeña. Era una escena conmovedora.

—Bueno, les daremos unos minutos para que ella se acostumbre un poco a ustedes. Y en un momento irán a firmar unos documentos. Adiós Casiopea.

La mujer miro extrañada a la trabajadora social.

—¿Casiopea?

—Es el nombre que figura en los registros de adopción. Su madre biología está en prisión.
Hubo un silencio incómodo. Lo sabían, sabían que esa mujer estaba en prisión y que al enterarse de que estaba en cinta había optado por dar a su hija en adopción de manera legal.

Era extraño, ellos se morían por tener un hijo y otros mueren por deshacerse de ellos.

La actualidad

Luchaba por no quedarse dormida hecha un ovillo en el mullido sofá, pero no podía evitarlo, ese día había sido muy pesado para ella tratando de organizar asambleas con las diferentes mandas hermanas que había en la región. Tratando de atender exigencias que debían atender. Ser la Luna de una manada no era nada fácil.
Ya pasaba de la media noche, de hecho ya era de madrugada.

Alfas Caidos©Where stories live. Discover now