Capítulo 6

119 15 1
                                    

Una semana después.


Estaba harta. Devon prácticamente se había convertido en su sombra. No lo odiaba pero estaba empezando a colmar su paciencia. De la nada su padre había ordenado aumentar la seguridad a su alrededor.

Desgraciadamente no era la única que tenia que soportar la paranoia de Cicerón, su madre estaba en iguales condiciones.

Entendía la naturaleza de su padre al ser tan sobre protector pero ya se estaba pasando del límite. No podía salir con amigos de la universidad como una chica "normal". Si ya de por sí era bastante difícil conseguir amigos ahora con eso había que explicar quiénes eran estos tipos que parecían acosarlas a dos metros de distancia.

Estaba exhausta, subió las escaleras y caminó por el pasillo hasta su habitación sin embargo la voz de su padre al teléfono la hicieron detenerse. Sabía que era de mala educación oír tras las puertas pero... Aquerôn estaba desaparecido para ellos así que cualquier cosa que lo relacionará era de suma importancia para ella.

-¡Pues no se que más quieres que haga Hérmes! - Cicerón se reclino en la silla. Muy a pesar de su atractivo rostro este ya denotaba cansancio físico y emocional.

-...si, estoy al tanto de la situación y no es algo que me agrade nada. Es preocupante teniendo en cuenta lo sucedido con Amará y creeme que lo último que quiero es tener a a la policía nuevamente investigando cosas de la familia así que lo que recomiendo es que tanto tú como Odette traten de manejar la situación de manera más intima.

El mayor de los Cold fijo su vista en unos papeles que desde hacía un rato llevaba balanceando en sus manos.

-Tengo aquí toda la información que pude reunir y creeme no te va a gustar lo que tengo que decirte. Las cosas se complican cada vez más. Esta vez no pienso dejar ni un solo cabo suelto. La última vez que eso pasó casi matan a mi mujer y a la tuya.

Eso sorprendió a la pequeña loba.

-Espero verte pronto. Tal vez deba tratar esto en la oficina no quiero que Mía sospeche algo. Ok, bien. Si así es. Bien te veo mañana. Y cualquier cosa que pase mantenme al tanto, estas semanas ha sido inútil seguir a Anthea. Si, nada de eso funcionó. Bien, cuídate idiota.

Dejó el móvil levantándose de la silla.
Anthea se alejo a velocidad rayo, tratando de llegar a su habitación y así lo hizo sin ser vista.

Ahora si estaba más confundida que nunca.

¡¿Quien mierda era Amará?! ¡¿Quien había tratado de matar a su madre y a su tía?! Y sobre todo ¿que tenia que ver Aquerôn en todo eso?

Alguna manera que desconocían su padre estaba ocultando cosas que sabia y que estaban poniendo en peligro a su familia. Por alguna razón el trataba de evitar que todo saliera a luz por eso no quería la presencia de la policía. Pero ¿por qué la policía? ¿Acaso había estado involucrados en algún delito? Jamás había escuchado hablar de algo así y menos que involucrará a su padre o a su madre.

Si Aquerôn estaba en peligro debía advertirle de alguna manera pero, desde ese día en el fondo de ese lugar no había vuelto a saber de él.

Tomó el móvil y miró la pantalla. El número de Devon salto de pronto en ella. Sus dedos vacilaron por unos segundos. Devon podía ser demasiado leal y si se trataba de su padre podría hablar y contar todo. Sin embargo era el único que podría encontrar fácilmente el paradero de quien fuera.

Presionó el número y espero dos repiqueos.

-Señorita.
La voz masculina y grave de Devon la hicieron pegarse aún más el móvil a la oreja. Un ligero rubor pinto sus mejillas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Alfas Caidos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora