Capitulo 5

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"Soportamos más fácilmente la mala conciencia que la mala reputación "




El potente golpe que lanzó directo al rostro tiro al sujeto de nalgas al suelo. Su nariz sangraba demasiado y sus quejidos de dolor se ahogaban con la sangre acumulándose en su garganta.
Tosió tan fuerte que la lona se mancho al instante.

La gente gritaba extasiada al ver la escena de violencia frente a ellos. Ambos hombres trataban de molerse a golpes hasta que solo uno quedara en pié. El pelinegro alzaba ambos puños lado a lado de su rostro para protegerse, su cuerpo ligeramente inclinado estaba cubierto en sudor.
Su respiración en contraste seguía tranquila y lenta.

Su ojos estaban fijos en el sujeto frente a él que estaba haciendo todo lo posible por ponerse de pié después de ese uppercut.

Si que era duro.

Era el momento. Ya lo había alargado demasiado. Con un grito y un gruñido el hombre se lanzo sobre el pelinegro que de inmediato paró su ataque abrazándolo con ambos brazos.

-¡¿Pero que mierda...?!

No podía entenderlo. Ese chico era menos corpulento y era mucho mas joven comparado con su larga experiencia peleando en ese tipo de lugares. ¿Como era posible que no hubiera podido ser capaz de derribarlo?

Con una mirada afilada y una sonrisa burlona el chico le metió tremendo cabezazo haciéndolo ver estrellas.
El golpe fue tal que de un empujón el enorme sujeto cayó inconsciente a la lona.
La gente grito eufórica. La pelea había terminado y Aquerôn lo había hecho ver tan fácil.

Sudoroso bajo y se encaminó hasta los vestidores mientras era ovacionado por la gente que se metía en su camino para saludar y demostrar su admiración.

En las solitarias sombras de ese pequeño cuarto desenvolvía poco a poco su puño cubierto de sangre. Tembloroso tuvo que detener su mano que estaba aun tensa. Aún estaba muy exitado por la pelea y la bestia en su interior gruñia por más. Su cabeza ardia como si estuviera quemándose. De inmediato metió la cabeza bajo el grifo de agua tratando así de acallar la voz en su interior. Esos ojos amarillos en la oscuridad viéndolo. Llamándolo. Invitándole a seguir, a salir y romperle el alma al primero que se cruzara por su camino.

La sangre le hervía por todo el cuerpo. Adolorido más no por la pelea se desplomó en la banca de metal.

Cada vez era más difícil controlar ese lado animal que había en él. No era un lobo por completo así que era muy complicado controlarlo.

Sólo eso parecía calmarlo. Sacar cada sentimiento y cada frustración por medio de sus puños. Darle sangre a ese monstruo a modo de compensación.

Había buscado todo tipo de información sobre los híbridos en su manada y muy poca había sido útil para el. Era extraño ver híbridos entre los de su especie pero suponía que no podía ser ellos los únicos. Quería saber que demonios le estaba ocurriendo a su cuerpo.

Tal vez te falta follar de vez en cuando. Además de sangre tal vez quiere vaciarse de vez en cuando.

La sola idea de tener sexo casual con alguna chica le revolvió el estómago. Olvido la idea.

Eso no funcionaba así. Esa bestia exigía a su mate.

Bueno... tal vez para los híbridos no haya eso de almas gemelas.

Alfas Caidos©Where stories live. Discover now