15. 12 de Grimmauld Place

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Regresé a Francia durante dos semanas. En ese periodo de tiempo, puse al día mis deberes como profesora y presenté mi dimisión. A Madame Máxime no le sorprendió mi decisión.

- Necesito pasar este año en Londres – Madame Máxime asintió, en silencio. Me contemplaba desde su enorme escritorio.

Moddy me había mandado varias cartas comentando las últimas misiones de la Orden. En su última carta, me explicaba que Sirius había sido enviado a reunir la gente mayor de edad e informarles de la situación. Como las autoridades aún lo seguían buscando y no podía dejarse ver en público, donó su casa de la familia en el número 12 de Grimmauld Place en Londres como el Cuartel General de la Orden. La próxima misión tendría lugar ahí

- Antes de marcharte, necesito que me des información para la misión que tengo que llevar a cabo con Hagrid

- ¿Sobre los gigantes? – dije y vi que asentía – por supuesto.

Le conté donde podría encontrarlos. Deberían de escalar rocas y dormir en cuevas. Yo no había necesitado hacer eso. Solo había necesitado un día volando para llegar hasta su guarida pero no sabía por qué Dumbledore no quiso mandarme esta vez.

- Será mejor que te cuides – me advirtió – O volverás a cubrir tu plaza como profesora atada a una silla

Antes de marcharme, volé hasta la casa de los Delacour. Fleur había conseguido un trabajo a tiempo parcial en Gringotts. Su madre me había pedido que fuera su anfitriona los primeros días en Londres, mientras ella se adaptaba.

En una carta, Sirius me había dicho que vendió su piso de soltero pues como no podía ir a Gringotts a sacar su dinero del banco necesitaba dinero en efectivo para arreglar ciertas zonas de la casa y comprar comida.

Había alquilado un pequeño estudio al lado de Gringotts, pero mientras no empezase no tenía donde quedarse. Solo había un sitio donde podíamos quedarnos antes de que Fleur empezase a trabajar el lunes.

- ¿Estás segura? – me preguntó Fleur mientras caminábamos por el jardín de su casa – Podemos alquilar un hostal mientras no empiezo...

- Es igual – dije sin mirarla – Solo es una casa

Nos despedimos de los padres de Fleur y esta agarró mi mano. Usé la aparición.

La visión de un campo con hierba alta fue lo primero que vimos. Solo se veía eso. Hierba. Usé mis poderes para hacer que la hierba tuviera una altura adecuada, de unos pocos centímetros. Mientras ocurría, ambas vimos cómo iba apareciendo poco a poco una casa de dos alturas. La parte principal de la casa estaba formada por dos grandes ventanas y una puerta, ambas de color envejecido por nulo cuidado de los últimos años. En la parte este del jardín estaba la puerta que daba acceso desde la cocina y, a su vez, un enorme hueco con forma rectangular, lo que antaño fue una piscina.

La puerta chirrió al entrar. Estaba lleno de polvo. La ratas habían hecho desastres en algunos muebles. Fleur sacó la varita e hizo que los muebles cobraran su antiguo brillo y cosió las partes rotas de los sofás. Abrí las ventanas e hice que los tiestos de las plantas volvieran a cobrar vida. Un poco de flores no vendría mal. Iba a subir al piso superior cuando me detuve en el camino.

Fue justo aquí donde, años atrás, habíamos encontrado James y yo los cuerpos sin vida de mis padres.

- ¿Estás bien? – me preguntó la voz preocupada de Fleur

- Sí – dije y decidí seguir andando. Había mucho que limpiar.

El pueblo más cercano estaba a varios quilómetros así que pedimos la comida usando los polvos flu. Hacías tu pedido y un mago de uniforme aparecía en tu casa con la comida.

Una vida diferente: Always by your side (Sirius Black y tu)Where stories live. Discover now