25. Secretos que salen a la luz

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- Gracias por esto

- No hay de qué. Están todos durmiendo así que no creo que nadie se dé cuenta de que estás aquí

- ¿Cómo está el señor Weasley? – le pregunte a Remus mientras ambos entramos en la cocina

- Recuperándose. Fue una suerte que nada más grave pasase – dijo. Guardó silencio mientras me quitaba la cazadora – He intentado hablar con él pero ya sabes lo cabezota que es

- ¿Me lo dices o me lo cuentas?

- Por cierto, Feliz Navidad – dice Remus con una sonrisa

- Feliz Navidad – contesto no tan alegre

- Has descubierto algo, cierto?

- Sí, estoy sobre una pista y me llevará un poco averiguarla. Por eso he venido. – dejo la cazadora sobre la silla antes de volver a hablar - ¡Kreacher!

Llamé al elfo que aparece al instante en la cocina. Llevaba un trapo mugriento atado, como un taparrabos, alrededor de la cintura.

- Déjanos solos Remus. Puedes ir a descansar

- Me gustaría despedirme cuando te vayas. Estaré arriba en el salón leyendo por si necesitas algo

- Está bien – contesté resignada. Me estaba haciendo un favor así que no podía recriminarle que me retuviese en aquella casa unos minutos de más

Remus salió de la cocina y, cuando el elfo y yo estuvimos solos, abrí la chaqueta y rebusqué en uno de mis bolsillos.

- He comprado esto para ti – dije entregándole un pequeño pantalón para elfos de color verde. – Estoy segura de que Regulus te hubiese comprado uno de estar vivo

- Mi amo. Mi joven amo – empezó a lloriquear. – Mi amo no me habría dado la libertad.

- Por eso te lo estoy entregando yo... he leído las cartas

- Usted encontró las cartas. El joven amo me pidió que se las entregase en el caso de que usted las mencionase. Si ella supiera, si supiera qué escoria han dejado entrar en la casa, qué le dirían al viejo Kreacher, oh, qué vergüenza, sangre sucia, hombres lobo, traidores y ladrones, pobre viejo Kreacher, qué puede hacer él...

- Kreacher, céntrate – le exigí y el elfo calló – quiero hablarte del contenido de esas cartas. Háblame del guardapelo

Kreacher asintió seriamente, y desapareció. Ya habían pasado tres minutos e iba a levantarme y salir en su búsqueda cuando apareció de nuevo en la cocina, portando algo en sus diminutas manos.

Y ante mi tenía el objeto que acabó con la vida de Regulus.

- ¿Qué te pidió Reg que hicieras con el guardapelo?

Kreacker puso una expresión de desagrado pero, relató la historia.

- El amo ordenó a Kreacher que regresara a casa... y que nunca le contara a mi ama... lo que él había hecho... y que destruyera... el primer guardapelo. Y entonces se bebió toda aquella poción... y Kreacher cambió los guardapelos... y vio cómo... al amo Regulus... lo arrastraban al fondo del lago... y...

- No me cuentes más – le pedí reprimiendo un sollozo

Guardé silencio durante un minuto.

- ¿Intentaste destruirlo?

— Nada de lo que intentó Kreacher le hizo ningún daño —se lamentó el elfo—.Nada, nada daba resultado...¡Kreacher no había obedecido las órdenes, Kreacher no conseguía destruir el guardapelo! Y su ama estaba enferma de dolor, porque el amo Regulus había desaparecido, y Kreacher no podía contarle qué había pasado, no podía, porque el amo Regulus le había pro... prohibido decirle a nadie de la fa... familia qué había pa... pasado en la cueva...

Una vida diferente: Always by your side (Sirius Black y tu)Where stories live. Discover now