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El profesor repartió las habitaciones.
—El que sea encontrado en los aposentos de la casta contraria será sancionado—mencionó con severidad—. No quiero ningún accidente de ese tipo, ¿entendido?—todos respondieron un sí, o simplemente asintieron.
Los tres populares caminaban con tranquilidad.
Teivel se detuvo en la habitación 23.
—Bueno, llegué a mi habitación—suspiró el signo de tierra viendo la puerta. Samir y Gisly se detuvieron.
—Vendremos más tarde—mencionó Gisly despidiéndose—. Quiero dejar de una vez esto en la habitación—levantó su bolso con pesadez. Samir asintió y los tres se adentraron a su habitación.
Cory, Akram y Ellis hablaban entre ellos.
—Aquí me quedo yo—habló Ellis deteniéndose en la habitación 25.
—Oh, a nosotros nos tocó unas más allá—mencionó Akram apuntando al pasillo.
—¿Nos vemos en unos minutos?—le preguntó con una sonrisa.
—Obviamente—sonrió Cory.
Los tres se sonrieron y se fueron cada uno a su habitación.
Los alfas también se fueron juntos, separándose en su habitación correspondiente.
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Volviendo a los tres omegas populares, estos estaban en la habitación de Teivel planeando las cosas que Samir le iba a hacer a Ellis.
—Deberías humillarlo lo más posible—mencionó Gisly—. Lo ideal es que lo hagas cuando esté lleno de gente y de nuestros compañeros.
—Podríamos llenar una cubeta con nieve y lanzársela desde la terraza—se rió Samir.
—Oh, esa es una buena idea—sonrió Teivel. Los tres se rieron.
—Oh, ¿conocen a Mirai?—habló Gisly con una gran sonrisa.
—Sí, la de mechas rojas—habló Teivel mirándose en el espejo.
—Pues, me enteré de que tiene un gran crush en mi hermano—se rió Gisly—. A lo que me refiero es que puedes hacer que seduzca a Vin, la idea es que lo haga siempre que Ellis esté cerca.
—También suena bien—sonrió Samir.
—El punto es ver cualquier oportunidad que se te presente para humillarlo—mencionó Teivel tomando un sorbo de su café.
Los dos asintieron de acuerdo.
—Ah, te vimos con Lin. ¿Ya están bien?—le preguntó el signo de fuego con notable interés. Teivel rodó sus ojos.
