El camino del Rey

Capitulo 1. La llegada

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Capitulo 1. La llegada.

Todo era oscuridad, un vacío sin emociones solo silencio, un horrible silencio y supresión algo que molestaba a la pequeña mota de luz en este lugar, su ser se sentía suprimido en esta infinita oscuridad, como si está quisiera consumirlo.
Algo que no le gustó al pequeño ser, usando todas sus fuerzas intento superar la supresión.

Por cada intento se sentía más cansado, más débil, pero eso no lo detuvo, uso toda su fuerza de voluntad para superar la supresión.

Cambiando de escena, podemos ver una masacre en un pequeño local, este había Sido capturado por unos ladrones poco experimentados, tan pronto como los rehenes se pusieron nerviosos e hicieron movimientos bruscos, uno de ellos(eran tres en total) disparó una pistola contra algunos de ellos dando fin a la vida de cuatro personas, gastando su cargador en el proceso.

Dos niños menores de 5 años con un tiro en la cabeza cada uno, una anciana que murió desangrada por una bala en una arteria, y un adolescente de 17 años con cuatro disparos, uno en el corazón, otro en su hombro derecho y dos en su estómago perforando algunos órganos.

De ellos, uno empezó a moverse y respirar otra vez, a pesar de que todos ellos murieron hace varios minutos por las heridas, órganos dañados o por el desangramiento.

El adolescente de unos 1,80, pelo negro, ojos azules y piel clara, poco a poco empezó a levantarse con dificultad mientras volvía a respirar, asustando a los rehenes atrayendo la atención de los ladrones que estaban discutiendo entre si, gritándole entre dos al que disparó su arma, el cual solo estaba temblando mientras su mirada se perdía sin tratar de calmar a sus compañeros.

Levantando la parte superior de su cuerpo el adolescente, gruño de dolor mientras llevaba sus manos a sus heridas tratando de apasiguár su sufrimiento, viendo toda su ropa manchada, sus jean azules con sangre, su camisa mangas cortas negra tintadas de sangre y algunos agujeros de balas.

Su mirada estaba desorientada, sintiendo como la supresión de aquella oscuridad trataba de llevárselo de nuevo, pero aún con todo el dolor se resistió, levantándose con espasmos de dolor en su cuerpo.

El resto de civiles se asustaron por ver cómo se levantaba, quedándose brevemente encorvado, dejando que su sangre caiga sin cesar, los ladrones empezaron a gritar y apuntarían con sus armas.

—¡Mierda! ¡Tu maldito bastardo no te muevas o disparamos y te dejamos como colador de fideos!—

Uno de los ladrones grito mientras el, y el ladrón número 2 apuntaban sus armas, el tercero miro con horror al adolescente mientras se orina en sus pantalones y suelta su arma temblando.

Pronto empieza a llorar, está era la primera vez de ellos en esto del robo, no pensaban usar sus armas más que para asustar, ni siquiera tenían cargadores extras, por lo costosas que son las balas más que nada, pero todo se salió de control y termino matando a cuatro personas.

Nuestro protagonista ni siquiera oyó el grito del ladrón número 1,  apenas y podía ver, mucho menos oír, la mayoría de sus sentidos se perdieron al morir, al momento de superar la ley natural su cuerpo solo recupero parte de sus sentidos, la visión, el tacto, el olfato, y el gusto, pudiendo ver a los ladrones apuntandóle con sus armas, de una manera borrosa, oliendo el olor de la sangre y saboreando el sabor metálico de su sangre, también lamentablemente su tacto le causó una amarga regresión, ya que sentía todo el dolor en su cuerpo.

Poco a poco empezó a avanzar sin importarle el dolor solo quería ver luz otra vez y alejarse de esa oscuridad supresora, lentamente avanzo sin importarle los múltiples gritos de los dos ladrones, caminando hacia la salida donde se pudieron ver varias luces rojas y azules, la policía estaba afuera esperando su momento para entrar, pero varios disparos se escucharon dentro del pequeño local,