Capítulo 32

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El pequeño niño miraba desde la ventana con aburrimiento, Jiang Cheng lo miraba sentado en el sillón del lugar mientras Xichen hacía su tarea. En ese instante, al verlo Wanyin sintió uno de esos momentos de inspiración donde dices "Creo que haré mi buena acción del día" así que se levantó del sillón y se acercó al niño.

-¿Qué haces?

-Veo por la ventana- le contestó con obviedad.

-Wow se nota que no tienes vida social.

-¿Y? Tu tampoco pareces tenerla.

-A este paso se irá a la mierda mi buena acción del día- pensó, miro curioso cómo se quedaba viendo hacía su casa, frunció un poco su ceño al no ver nada fuera de lo normal y puso su cara cerca del niño- ¿Qué ves?

-Que te importa- contestó, pereció pensarlo un poco y antes de que Jiang Cheng hablara, añadió- Si te digo te pondrás a llorar.

-Tú eres la nenita aquí, si alguien llora serías tú.

-Gracias- respondió con una sonrisa inocente- Tú también eres una nenita.

-¿Cómo algo tan pequeño puede ser tan detestable?- se preguntó- Como sea ¿qué ves?

-A la mujer- Jiang Cheng deseo no haber preguntado.

Eso le pasa por preguntar, bien podía haber ignorado al niño y dejarlo en su soledad. Pero no, el buen y maravilloso Cheng decidió hacer una buena acción. Al diablo con las buenas acciones.

-No hay ninguna mujer.

-Está en esa ventana, además de tonto ciego...- murmuro sin quitar la vista de la ventana.

Muy bien Jiang Cheng, tienes dos opciones: Mirar por la ventana o no mirar por la ventana. Era obvia la respuesta.

-Nop, no veo nada, así que me voy- le dijo dándose media vuelta.

-Ella siempre está en la ventana del segundo piso- contó el niño señalando el lugar- ¿Quién es ella?- "Tonto" miró a Wanyin en busca de una respuesta.

Claramente Jiang Cheng estaba más ocupado pensando en su pésima suerte que en una respuesta para el niño, porque ¡la ventana que menciono era la suya! Internamente se dio unas palmaditas de consuelo.

-Mejor vayamos con Lan Huan- le dice- Él es divertido, siempre está haciendo algo que lo deja en vergüenza.

-No quiero...- murmuro mirando a la nada, por unos segundos Jiang Cheng juro haber visto unas cuantas lagrimas retenidas en sus ojos.

-Eh tonto ¿estás triste?

-No tonto estoy en modo "Ahorro de felicidad".

Jiang Cheng se convenció a sí mismo de que nunca tendría hijos, putos niños.

-Sólo dilo de una vez.

Él niño quedó en silencio una vez más, tras unos minutos cuando Jiang Cheng se iba a dar por vencido, el volvió a hablar.

-No me gusta verlos...- inicio- Ellos siempre quieren algo de mi.

-¿Eh? ¿Qui-Quiénes?

-La mujer- le dice señalando la ventana- Y...- mirando a los lados se acercó a Cheng- El hombre...-susurro cerca de su oído.

Jiang Cheng sintió un escalofrió recorrerlo mirando al niño con temor, él le mostró una sonrisa diciéndole "Te dije que te asustarías" y joder que si tenía razón.

-¡Xichen, tonto me está espantando dile algo!

-¡No es cierto! ¡Él es un miedoso!

-¡¿Lo escuchaste?! ¡A-Huan!

Así que él fue a acusarlo con la única persona que pudo, ese niño no le gustaba, siempre terminaba en un lío con él.

¬Ateo a MediasWhere stories live. Discover now