𝒊𝒏𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒔 [Cʜᴀsᴇ Dᴀᴠᴇɴᴘᴏʀᴛ x Fᴇᴍ Oᴄ] EN EDICIÓN

08. Explícate

CHARLOTTE

Daba vueltas de un lado a otro mientras Chase les explicaba todo a Max y Sara. Yo no dejaba de resoplar. Cuando el chico dejó de hablar, me quedé mirando a los gemelos, ambos sonreían. Se levantaron y nos dieron un abrazo.

-¿No estáis enfadado?- pregunté.- Porque si yo fuese vosotros lo estaría. Os hemos ocultado algo gordo, algo muy gordo.

-¿Por qué lo estaríamos?- dijo Max.- No lo habéis contado porque queréis protegernos. Eso está bien.

-Nuestros mejores amigos son superhéroes.- Sara me agarró la cara.

-Gracias a los dioses.- Bree la abrazó.- No queríamos que nos odiáseis, sois nuestros únicos amigos. Y seamos sinceros, puede que Charlie haga amigos más rápido que el moho crece, pero para nosotros es complicado.

-No os vamos a abandonar por algo así.

Mi sonrisa se borró cuando sentí de nuevo un temblor, miré a Chase y estaba muy preocupado. Escaneó de nuevo todo el lugar mientras yo sacaba a la gente de allí, ayudada por el resto. Volví con el grupo y ayudamos a Saya y Max a salir, cada vez el suelo temblaba más y nos era casi imposible mantenernos en pie.

-Esto no es un terremoto.- de repente, el techo encima nuestra se hundió. Chase y yo formamos unos escudos sobre nuestras cabezas antes de que nos cayeran escombros.

-Esto da miedo.- dijo Bree.- ¿Quién es capaz de hacer algo así en un instituto?

-Yo.- me giré en sentido de la voz y vi a un hombre encapuchado. 

Me levanté y me puse en posición de combate, rasgué el vestido a la altura de mis rodillas y me quité los zapatos. Me lancé a por el hombre, pero me agarró del cuello y empezó a estrangularme.

-¡Suéltala!- gritó Adam. Le dio un puñetazo al hombre, pero este ni se inmutó.

-Por favor, suéltala.- Bree se acercó poco a poco.

-Esto es solo un aviso para Davenport, decidle que Borealis ha vuelto y que esta vez no acabará con sus planes.

El hombro me lanzó contra las taquillas y me golpeé la cabeza, empecé a ver borroso y vislumbré a Chase acercándose a mí y levantándome. Me puso sobre una superficie fría y colocó algo muy frío en mi cuello. 

La mirada volvió a enfocarse y me di cuenta de que estábamos en la sala de estar en casa, me levanté y me tambaleé en el sitio, pero Max y Bree me sujetaron. Vi al Sr. Davenport mirándome preocupado.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

-Dos horas.- dijo Adam.

-¿Qué pasó, quién os atacó?- apareció Tasha con un vaso de agua.- Se supone que nadie puede derrotaros.

-Fue un hombre, muy grande, dijo que una tal Borealis había vuelto, y quería acabar con usted.- señalé al científico.

-¿Borealis?- murmuró.- No puede ser, esa persona lleva muerta más de tres años, asistí a su funeral y vi cómo enterraban el cuerpo a cinco metros bajo tierra.

-Pues ha vuelto, y sabe quiénes somos y de lo que somos capaces de hacer.- dijo Chase y le miré preocupada.

Miré a Chase, ambos estábamos más que asustados. Apenas éramos unos adolescentes de dieciséis años, ¿cómo íbamos a confrontar a alguien tan poderoso como Borealis? Alguien que ni se había inmutado ante un golpe del hombre más fuerte del mundo, alguien que podía hacer sentir miedo al Sr. Davenport, pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados mientras amenazaba nuestras vidas y la de quienes amábamos.