West Alpine (SuperCorp)

Capítulo 5: Amar y perder

Lena ya había llegado a la cafetería cuando Kara se detuvo. Hacía mucho frío y Kara estaba envuelta en su gruesa chaqueta del uniforme. Aun así, se estremeció instintivamente al salir del coche y se apretó un poco más la chaqueta. Kara se apresuró a entrar en el restaurante y sonrió ampliamente cuando vio a Lena.

El día anterior habían decidido que Kara se tomaría su descanso para comer un poco antes, para poder salir con Lena. Era el primer día de las vacaciones de invierno, así que Lena por fin estaba libre del trabajo durante las próximas semanas. Lena devolvió la amplia sonrisa de Kara, tras verla entrar a toda prisa en la cafetería.

"Siento llegar tarde", dijo Kara mientras iba a sentarse en el puesto de enfrente de Lena, "tuve que detener a alguien por saltarse una señal de stop cuando venía hacia aquí". Lena se rió, inclinándose hacia delante para apoyar los codos en la mesa y la barbilla en una mano. "Ooo, te tocan esos delincuentes... ¿Te ha ido bien el día?" una camarera se acercó y llenó silenciosamente una taza de café para Kara, mirando con extrañeza a Lena. Kara resopló a la camarera, pero volvió a mirar a Lena con una sonrisa.

Empezó a hablar de su día y de cómo había visto al gato más bonito mientras patrullaba. Lena se rió mientras Kara contaba la historia. Estaba bebiendo agua, sonriendo alrededor de la pajita mientras escuchaba. Kara no se dio cuenta de que había igualado la pose de Lena mientras hablaban juntas. Lena había empezado a hablar de su día, haciendo una pausa cuando la camarera les pidió sus pedidos.

Lena había pedido amablemente un tipo de sándwich a la parrilla. Cuando preguntó si podía hacerle un cambio, la camarera empezó a mostrar su descontento. Kara frunció el ceño al escucharla decir que tendría que pagar un extra, sin importar los cambios. Lena parecía confundida, pero antes de que pudiera decir algo, Kara se apresuró a hablar: "No, no es así. Va a ser por mi cuenta". Kara miró fijamente a la camarera con tal intensidad que ésta tuvo que apartar rápidamente la mirada. "Claro, por supuesto. Me disculpo". A veces valía la pena ser policía en un pueblo pequeño.

La camarera ya no tenía ninguna actitud cuando Lena terminó su pedido. Kara pidió su comida habitual, pero rápidamente añadió batidos para las dos. Lena sonrió dulcemente mientras la camarera se alejaba. "¿Estás segura? No me importa pagar la mitad. No me voy a arruinar ni nada por el estilo, no es un gran problema". Kara sonrió y le hizo un gesto a Lena para que se detuviera. "Oh, por favor, no me importa pagar nuestras pequeñas citas... Eso y que va a ser prácticamente gratis, porque siempre me hacen un gran descuento en todo".

"Oh sí, recuerdo haber notado eso cuando fuimos al museo. Pensé que te molestaba". Lena ladeó la cabeza. No parecía importarle el comentario de las "pequeñas citas". Kara, que estaba tomando un sorbo de su café extra azucarado, tarareó suavemente. "Oh, así es. Sólo es útil a veces cuando la gente se pone difícil con mi mejor amiga". Kara se encogió de hombros y se recostó con su habitual sonrisa.

Las dos hablaron como siempre, sonriendo y riendo la una con la otra. Kara aún no le había dicho a Lena que estaba enamorada de ella, pero seguía disfrutando de su compañía. A veces era frustrante, porque había muchos momentos en los que quería simplemente agarrar el rostro de Lena y besarla. Soñaba despierta con ella durante horas cuando se aburría en el trabajo. También soñaba despierta con que Lena se presentara al azar en la oficina o mientras estaba tumbada en casa. A veces era una forma divertida de pasar el tiempo.

"Entonces, ¿todavía vamos a pasar la Navidad juntas?" Kara no pudo contener la sonrisa emocionada que le dedicó a Lena. Habían planeado pasar todo el día juntas, y Lena incluso mencionó que tal vez pasarían la noche después de la gran cena que habían planeado. Alex y Maggie se habían tomado la última mitad de la semana libre, incluida la de Navidad, para ir de vacaciones a las montañas. Estaban en un centro de esquí y Alex le enviaba a Kara fotos de lo que habían hecho ese día todas las noches. Aquello era muy bonito.