West Alpine (SuperCorp)

Capítulo 8: Felices para siempre

2 meses. Los últimos dos meses han sido una absoluta felicidad en la vida de Kara. En estos momentos estaba tumbada en la cama, medio desnuda pero caliente bajo las gruesas mantas de franela de la cama de Lena, recordando como siempre se había preguntado cómo era el desván de la habitación de Lena, y no tardó en darse cuenta de ello cuando por fin salieron juntas. Mientras Lena y Kara habían estado en su visita de tres semanas a National City, Kara había admitido accidentalmente su amor por su mejor amiga Lena. No fue tan mal como Kara pensó que iba a ir; de hecho, no fue nada mal.

Al parecer, Lena había sentido lo mismo mucho antes que Kara. Al parecer, desde que ambas se conocieron, cuando Kara salvó a Lena de las garras de Eric Matthews, Lena había empezado a sentir algo por ella. Lena dijo algo así como: "Pensé que estabas absolutamente impresionante a la luz del fuego, y al instante supe que estaba un poco enamorada de la oficial del pueblo. Cuando empecé a conocerte, el flechazo se hizo más grande. Finalmente, me di cuenta de que estaba completamente enamorada de ti". Kara le había dado muchos besos después de que Lena le dijera eso, ambas todavía acostadas en la cama de Lena en National City.

Continuaron haciéndose preguntas sobre cómo lo supieron, o cuándo se dieron cuenta de sus emociones. "Me di cuenta de que me había enamorada de ti cuando estaba cantando en el bar el día de los veteranos", le dijo Kara a su nueva amante. Lena soltó una risita, hablando de lo increíble que estaba esa noche. Se había dado cuenta de su amor mucho antes, aparentemente; cuando fueron de excursión a la montaña, y Kara le había gritado a un residente cuando intentaron hablar mal de Lena.

Y ahora, habían pasado dos meses enteros. Las chicas mantuvieron su relación en secreto durante las tres primeras semanas, asegurándose de que se sentían totalmente cómodas la una con la otra antes de hacer nada más. Kara siempre se había enorgullecido de conocer a Lena mejor que nadie en el pueblo. Sin embargo, después de pasar su primera noche juntas en West Alpine, Kara se dio cuenta de que no sabía tanto como pensaba.

Kara miraba el techo del apartamento de Lena, con un brazo extendido sobre la cama y el otro relajado sobre su estómago. Lena se había levantado una hora antes, diciendo que tenía algunas cosas que hacer para el trabajo. Era casi el final del año escolar, y estaba tratando de escribir su propio examen final para los niños. Kara la dejó tener algo de tiempo para sí misma, relajándose en su día libre. En realidad, tenía todo el fin de semana libre. Después de hacer pública la relación entre ella y Lena es decir, de contársela a su grupo de amigos, Kara había llamado a su madre y le había dado la buena noticia.

La Sra. Danvers estaba feliz por su hija, y al instante empezó a hablar de cómo quería conocerla cuando tuvieran la oportunidad. Bueno, finalmente tuvieron la oportunidad, y fue este fin de semana. Kara estaba bastante tranquila al respecto, sabiendo que su madre adoraría a Lena. Lena, sin embargo, parecía seguir muy nerviosa, incluso después de haber hablado con la señora Danvers varias veces por teléfono.

Kara podía oír a Lena moviéndose nerviosamente en el piso de abajo, aparentemente habiendo pasado de su trabajo escolar, a hacer un poco de equipaje de última hora. Iban a salir en unas horas para empezar a conducir hacia Colorado, lo que también ponía nerviosa a Lena. Pensando que a su novia le vendría bien algo para calmarla, Kara finalmente se levantó de la cama. Se puso unos pantalones de chándal ajustados y su franela abotonada que había sido desechada apresuradamente en el suelo la noche anterior. Empezó a abrochársela mientras bajaba las escaleras, pero se detuvo al ver que Lena había empezado a desmontar su propia maleta.

"Eh... ¿Qué estás haciendo?" Preguntó Kara, olvidándose de su camisa, las manos al instante se extendieron para agarrar suavemente los pantalones doblados que Lena estaba sacando de la maleta. "Creo que me equivoqué de zapatos; quería llevar mis botas de nieve, no mis zapatillas de deporte. Dijiste que todavía estaría nevando allí, ¿verdad? No quiero andar en zapatillas de deporte". Lena parecía ligeramente agotada, pero Kara no pudo evitar admirar en silencio su belleza a pesar de todo.