Ser como Leidenschaft

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Eckhart estaba preocupado, se encontraba en su habitación después de haber vivido el momento más aterrador de su vida.

El día había empezado como cualquier otro, su asistente lo había despertado y alistado para luego ir a desayunar, luego había tenido sus lecciones por la mañana hasta la hora de ir a almorzar, y luego llegó la hora del té de la tarde.

Lamprecht y el estaban impacientes por comer los dulces, por lo que estaban expectantes a qué su madre hiciera la prueba de veneno para cumplir con la etiqueta, una de las asistentes de su madre sirvió los dulces y el té, y su madre viéndolos con una mirada divertida se llevó la taza de té a la boca con un movimiento deliberadamente lento.

Una vez que su madre dejo la taza, tanto el como Lamprecht tomaron las suyas concentrándose en hacerlo con toda la elegancia que su madre les había inculcado, pero cuando su taza de té estaba a mitad de camino a su boca escuchó un "NO LO TOMEN", seguido de una mano que hizo que su taza volviera a la mesa bruscamente.

Cuándo levanto la vista se encontró con qué su madre quien nunca perdía la calma y siempre mantenía la elegancia sin importar la situación, estaba inclinada sobre la mesa con su vientre manchado por su propio té y los dulces mientras sostenía las tazas de té de el y su hermano hacia abajo portando una mirada frenética que los escrutaba tanto a él como a su hermano en busca de cualquier cosa.

Vio como sangre brotaba de entre los labios de su madre y caía por su barbilla para empezar a manchar la mesa del color noble de Geduldh.

En ese mismo instante tanto su asistente como el de su hermano los alejaron de la mesa y los caballeros se abalanzaron sobre la asistente que había servido el té, vio como su madre cayó al suelo de rodillas sujetando su vientre y tratando de sacar algo de su cinturón, quiso correr hacia su madre y ayudarla de alguna manera pero su Warren lo sujeto con fuerza y empezó a sacarlo de la habitación, protesto y grito por su madre pero fue ignorado mientras lo llevaban a su habitación, podía escuchar los gritos asustados de Lamprecht y como los asistentes de su madre empezaban a movilizarse por toda la casa en un completo caos.

Cuándo llegaron a su habitación, el aún seguía tratándo de soltarse del agarre de Warren para ir con su madre hasta que esté le explicó el como lo único que haría sería entorpecer los intentos de los asistentes y eruditos por salvar la vida de su madre, por lo que era mejor que se quedará en su habitación donde no intervendria.

Era gracioso como el siempre había pensado que sus padres exagerados en cuanto a la seguridad que ponían al rededor de todo, pero ahora incluso con lo minuciosa que era su madre, el peligro había logrado llegar hasta ellos, y no podía quitarse de la mente la imagen del rostro de su madre con la sangre brotando de sus labios.

Empezó a pasar el tiempo y después de lo que a el le pareció una eternidad, Warren fue llamado por su padre junto a los demás sirvientes, sin embargo a él se le indico que permaneciera en su habitación, cuando Warren volvió inmediatamente le pregunto sobre su madre, no obstante la respuesta que recibió fue que esperará a hablar con su padre, esa respuesta solo lo lleno de más miedo

Llegó la hora de la cena pero el se negó, ¿Cómo esperaban que cenara con toda esta preocupación?, No fue hasta media campanada después que fue convocado por su padre a la habitación de su madre.

El miedo a recibir una mala noticia era aplastante, tanto que le costaba incluso el poner un pie frente al otro, era como si Angriff lo hubiera abandonado, a mitad de camino se le unió Lamprecht.

Cuándo entraron a la habitación de su madre fue un gran alivio el verla sentada en su cama, Lamprecht de inmediato corrió hasta ella pero él ya tenía diez años por lo que no podía hacer lo mismo y tenía que mostrar un poco más de autocontrol, por lo que a pesar de querer correr hacia su madre, se acercó de manera lenta hasta llegar a su lado.

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