5

340 92 3
                                    

El plan había fallado, el pelinegro al parecer no quería nada con él y lo único que había conseguido era su nombre "Hoseok". Por cierto, era la segunda vez que escuchaba ese nombre, ¿acaso era popular?

Al día siguiente de conocerlo en el cumpleaños de la mamá de Jimin, se lo encontró de casualidad en el mismo autobús.

Bueno, en realidad, no había sido casualidad.

Y es que cuidadosamente le preguntó a Cinna, que un momento que se le había acercado para saber si estaba todo o bien o si necesitaba algo -durante toda la noche parecía empeñada en consentirlo- si Hoseok era amigo de Jimin, si estaba en el colegio o si iba a la universidad, fue obra de la mejor casualidad enterarse que el hermoso pelinegro de perfil tallado por los dioses (por qué, santo Dios, su perfil era lo más hermoso y perfecto que había visto nunca) estaba en su misma universidad y tenían el mismo recorrido. Lo que no respondió fue si eran amigos o no, pero poco le importó.

Taehyung dijo que tomaría el autobús. Hacia mucho no tomaba uno y a su colegio había ido siempre en el auto de su padre, aún así finalmente pudo lograrlo y tomó el que lo dejaría puntual en la universidad. Para su sorpresa se encontró al pelinegro ahí dentro, con la cabeza apoyada a la ventana, parecía estar durmiendo así que no lo irrumpiría. Y menos porque había un niño sentado a su lado que dudaba que fuese un familiar de él por sus rasgos extranjeros.

El castaño se acercó al niño, sacó uno de sus chicles y le susurró: —Te doy uno a cambio de tu lugar.

—Nop —dijo el niño luego de mirarlo mal. Taehyung metió su mano en su mochila y sacó dos paquetes de diez chicles cada uno, los ojos del niño se abrieron como platos—. Está bien, mejor si.

Taehyung sonrió ampliamente sintiéndose victorioso hasta que vio que el niño tomaba los paquetes de chicles e iba corriendo a sentarse otro asiento que se había desocupado recién. El castaño sonrió negando, los niños de hoy en día eran muy inteligentes y astutos.

Se sentó al lado del pelinegro observando su perfil mientras dormitaba, ¿cómo alguien podía ser tan hermoso? Se preguntaba desde que lo conoció. Había sido hecho con mucho amor, de eso podría estar seguro.

Cuando Hoseok despertó y se dio cuenta de su presencia no pareció nada feliz -y es que en el cumpleaños de Cinna no tuvieron la mejor conversación del mundo- pero aún así el castaño lo obligó a sentarse junto a él, sólo que el pelinegro era un rebelde por naturaleza y quiso irse, Taehyung lo jaló haciéndolo caer sentado en sus piernas pero aquel chico se levantó muy rápido.

El castaño había sentido sus mejillas arder muy fuerte ante eso y una sonrisa tonta se dibujó en su cara a pesar de que el pelinegro lo había golpeado en el estómago.

Por Dios, tal vez estaba mal pero, le encantaba cuando se molestaba.

Seokjin y Taehyung se encontraban caminando por la vereda de la calle, a metros de su casa. Al vivir cerca, y más ahora que había vuelto de Paris después de cinco años, estaban volviendo a aprovechar pasar el tiempo juntos. Sus papás eran amigos desde siempre así que lo conocía desde que era un bebé, prácticamente eran como hermanos.

Taehyung le podía confiar todo a Jin. Y justo ahora había algo en particular que moría por hablarlo.

Taehyung relamió sus labios nervioso y bajando la mirada mientras caminaban.

—Conocí a alguien —confesó—. Él es muy lindo pero...

—¿Pero? —preguntó Jin curioso cuando se quedó callado y después hizo un sonido de sorpresa—. Oh, dijiste "él".

—Si, es un chico —Seokjin le pidió que siguiera hablando ahora más concentrado, tal vez justamente hacia un mes que Taehyung había dicho que nunca se había fijado en un chico—... Bien, yo le dije a él que me gusta pero por alguna razón dice cosas como que actúo mal y me dijo que yo no le gusto. No quiere que me acerque, ¿estaré haciendo mal siguiéndolo?

Sigues siendo hermoso [ vhope ]Onde histórias criam vida. Descubra agora