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Hoseok suspiró en medio del beso y Taehyung le sonrió alejándose.

—Vamos a dormir, ya es tarde.

—¿Unos besos más? —pidió Hoseok sin bajar sus brazos de sus hombros.

—Eso dijiste hace media hora, Hobi —el mencionado hizo un puchero y Taehyung sonrió—. Esto es increíble, ni siquiera sabía que eras del tipo que hacía pucheros.

—¿Eso es malo? —preguntó Hoseok sintiéndose un poco triste pero en cuanto Taehyung se acercó besándolo castamente en los labios dejó de sentirse así.

—No, me encanta —susurró sobre sus labios e inclinó su cabeza levemente para unir sus labios otra vez. Hoseok se pegó a su cuerpo y tomó su labios superior mordisqueando levemente, el castaño sonrió en medio del beso—. Te estás volviendo salvaje —murmuró sobre sus labios.

Hoseok sonrió y volvió a acercarse a sus labios, hambriento. Literalmente llevaban besandose mucho tiempo, y es que Hoseok no tenía suficiente. Pero era culpa de Taehyung, se decía, porque seguía besándolo de esa forma tan lenta, volviendo loco al pelinegro.

—Una vez más, la última —suplicó Hoseok cuando Taehyung estaba alejándose. Este último volvió a sonreír y le concedió un beso más. Nadie podía culparlo, después de todo estaba besando al chico al cual casi estuvo siguiendo desde hacía más de un mes.

Cuando Taehyung mordió su labio inferior Hoseok jadeó bajito acercándose al cuerpo del castaño con necesidad de cortar la distancia lo más que podía. Pero el castaño volvió a alejarlo.

—Suficiente por hoy, Hobi. Hora de dormir —dijo con voz suave el castaño, rfompiendo el beso cuando Hoseok estaba demasiado pegado a él. Y a pasar que lo llevaba de la mano mientras que llevaba su mochila con la otra, el pelinegro se sentía como un niño pequeño haciendo mohín y odiándose por haber jadeado.

Joder, había jadeado, debía sentir vergüenza y sin embargo no sentía nada de eso. Aunque, ¿por qué debía sentir vergüenza ahora que prácticamente tenía la saliva de Taehyung en su boca? Y ni hablar que sus labios estaban totalmente sensibles por los besos.

Hoseok mordió sus labios pensando en que Taehyung también estaría con los labios así... Y, ¿quién dijo que no podrían seguir besándose en su habitación?

Si, el pelinegro estaba más que maravillado con los besos en la boca. No sabía que se sentían tan bien. Quería más besos. Quería probar todas las formas de besos.

Entró al baño de aquella habitación para cambiarse de ropa al igual que el castaño en otro baño. Podrían cambiarse en el cuarto del castaño porque después de todo eran hombres pero, bien sabía que ahora que eran más que simplemente amigos o conocidos eso sería peligroso. Hoseok se sintió divertido porque no lo había pensado y porque había sido el castaño quien propuso cambiarse en baños diferentes.

Cuando Hoseok salió del baño, se sintió decepcionado porque Taehyung estaba armando de nuevo ese sillón-cama que también utilizó la vez anterior para dormir ahí. Pero no pudo evitar sonreír al ver a Yeontan en una camita para perros muy linda y se acercó a acariciarlo.

—Dormirás en mi cama, bebé.

El pelinegro le dirigió una mirada molesta por costumbre: —¿Cuando te dejé ponerme apodos?

Taehyung rió bajo y se acercó a él plantando un beso en sus labios. Dejándolo mudo.

—Deja de quejarte y duerme, ya es tarde.

—No eres mi papá —se quejó de nuevo Hoseok, haciéndolo reír—. Aunque podrías ser mi papi —dijo divertido, pero el castaño lo miró confundido como no entendiendo a que se refería—... Créeme que te gustará.

Sigues siendo hermoso [ vhope ]Where stories live. Discover now