15

303 84 30
                                    

Hoseok se sentó en el sillón con su celular en mano y luego de unos minutos vio que llegaba Taehyung con un vaso de jugo. El cual se lo extendió ofreciéndoselo.

—Gracias —dijo Hoseok. Y Taehyung se sentó a su lado—. ¿A que hora se despierta?

—¿Tannie? —fue sólo una simple e inocente pregunta para que Hoseok vuelva a mal pensar... si, definitivamente estaba mal. Asintió y le dio un largo trago a su jugo—. Uhm... casi siempre en la madrugada. Cuando estoy durmiendo.

Hoseok sonrió por el tono cansado de Taehyung.

—Creí que habías dicho que era un angelito.

—Lo es... la mayor parte del tiempo —aclaró y Hoseok se sintió divertido. Quien volvió a darle un sorbo a su jugo el cual sabía demasiado bien.

Varios segundos pasaron en silencio. Taehyung terminó prendiendo la televisión que había frente a ellos.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo varios minutos después mientras miraban un programa de entretenimiento. Hoseok asintió dejando el vaso vacío en la mesita frente a ellos—. ¿Faltaste a clases estos días?

Joder, ¿cómo... cómo lo había notado?

—No —murmuró—... algo así —decidió decir, se sentía como un idiota cada vez que le mentía así que terminó diciendo la verdad, a medias.

—¿Por qué? —Hoseok bajó instintivamente pero con disimulo sus mangas hasta cubrir sus manos por completo—. ¿Te sentías mal? —preguntó al no escuchar respuesta. El pelinegro quería saber que estaba pensando Taehyung pero suponía que debía estar pensando lo mismo que su madre; que era un inútil. Al girar su mirada hacia él, no vio más que preocupación en su rostro.

—No —mintió—, sólo... me quedaba dormido.

Taehyung relamió sus labios mirando hacia la televisión. Sus manos se apretaron sobre su regazo.

—Entiendo —murmuró aún sin mirarlo. No me cree, fue lo primero que se dijo el pelinegro al ver aquella expresión—... ¿Vas a decirme qué pasó ese día?

—Eso ya pasó-

—Sé que no pasó —fue interrumpido de inmediato mirándolo a los ojos—, y sé que sea lo que sea que haya pasado ese día aún te sigue afectando —agregó muy seguro, el pelinegro intentó hacer lo posible para seguir mirándolo a los ojos y no quebrarse—. Hoseok, entiendo que te puede causar dolor querer hablarlo pero realmente quiero ayudarte y sólo sabiendo qué pasó podré hacerlo.

—Ya lo sabes, es porque no me dejaron quedarme con el cachorrito...

—Sigues mintiéndome —soltó, Hoseok dejó de mirarlo para ver sus manos ocultas dentro de sus mangas.

—No quiero tu ayuda, estoy bien. No fue tan grave —dijo sintiéndose el mentiroso más grande del mundo mientras las heridas en sus muñecas le comenzaban a picar.

—Si te hace llorar es muy grave. Para mi lo es —Hoseok miró al castaño, sus ojos se quedaron fijamente conectados hasta que fue él quien rompió esa unión girándose y a la televisión—. ¿Ya quieres dormir? La cama está lista.

Notó el cambió de tema y eso puso ansioso a Hoseok.

—¿Por qué... te importa? —dijo retomando la conversación anterior sin sonar desesperado y es que quería confirmar que le seguía gustando a castaño y que por eso se preocupada por él, tenía miedo de que ya no le gustara. Porque sólo explicaría porque ni siquiera lo tocaba ni rozaba por nada del mundo.

Y Hoseok quería ser tocado por él. A pesar del miedo y lo incómodo que se sentía cuando alguien lo hacía.

Que lo toque con un sólo dedo sería suficiente para calmarlo porque parecía que el castaño estaba alejándose cada vez más y no le gustaba esa sensación.

Sigues siendo hermoso [ vhope ]Where stories live. Discover now