Love Story *Taekook* *Vkook*

Independencia y revelaciones

Seúl no hizo más que contribuir a que me alejara de papá. La distancia no era solo geográfica, sino también sentimental. Ya no era esa figura que idolatraba, incluso el temor reverencial que le tenía se había opacado un poco.

Yo ya no era un niño. Entraba en la adolescencia, había perdido a mi mejor amigo y estaba en una ciudad desconocida. Nadie debería transitar tantos cambios solo.

Si bien mi hermano se ocupaba de mí, también tenía su vida, así que me volví más independiente y empecé a saborear una libertad que hasta entonces desconocía, a pesar de la constante presencia de los guardaespaldas que mis padres me impusieron.

Empecé a cuestionar ese mundo en el que crecí, y creo que eso fue lo que terminó de forjar a la persona en la que me convertí con el correr de los años, aunque aún faltaba mucho para que finalmente decidiera enfrentarme a los designios de mi padre.

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Alejado de la figura omnipresente de mi papá, fue más fácil relacionarme con otros chicos. Hice dos nuevos amigos, Yoongi y Hoseok.

Solo puedo describirlos como el día y la noche.

Yoongi era taciturno y cualquiera que lo viera pensaría que era el tipo de persona más propensa a dar un puñetazo que un abrazo. Hoseok, en cambio, era un rayo de sol que esparcía alegría donde fuera.

Sin embargo, nadie era mejor que Yoongi para consolarte cuando estabas mal y nadie daba más miedo que Hoseok enojado.

Yoonie y Hobi fueron lo mejor que me pasó en esos primeros años en Seúl. Eran excelentes personas, y con el tiempo aprendí a considerarlos mis amigos, pero no eran Jungkook.

Tardé un poco en darme cuenta que era lo que faltaba en mi relación con ellos. A pesar de ser buenos chicos, había cosas que nunca íbamos a poder compartir. No importaba cuánto los quisiera, ellos no vivían la misma realidad que yo, había cosas que nunca iban a poder comprender.

Había momentos donde lo primero que pensaba era "Tengo que contarle a Jungkook", para luego darme cuenta que no podía hacerlo, que él ya no era parte de mi vida. Y a pesar de eso, no podía dejar de pensar en él. Cuando algo importante pasaba, era la primera persona a la que quería contárselo.

Extrañaba su compañía, extrañaba sus ideas locas, extrañaba su sonrisa, extrañaba ser la causa de sus risas.

En algún punto, tal vez cuando empecé a pensar en que extrañaba el suave toque de sus manos, el tímido roce de sus labios sobre mi piel cuando me saludaba o la manera en la que parecíamos encajar perfectamente en los brazos del otro, entendí porque realmente mi relación con Yoongi y Hoseok nunca iba a ser igual que mi relación con Jungkook.

Si, a ellos los quería y eran buenos amigos.

Pero Jungkook era mi mejor amigo, y yo estaba enamorado de él.