capítulo veinticuatro

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No sabía qué decir o hacer al respecto, solo me quedé de pie muda mientras Scott se detiene serio cerca de nosotros.

No podía irme, yo lo había hecho todo bien y hasta me había obligado a mí misma a complacer al director, quería protestar, pero me sentía muy usada, solo había sido un papel que arrugaron y luego lanzaron a la basura.

Estuve a punto de llorar cuando vi a los dos sujetos bajarse del camión con la misma ropa que llevábamos Scott y yo puesta.

Agradecía que Areli todavía me abrazara porque no podía soportar la presión de esto, quería gritar con todas mis fuerzas para que esos dos sujetos nunca llegarán, pero no podía hacer nada, era un pedazo de papel roto que necesitaba ser cambiado. Rodeo a Areli con más fuerza cuando la chica con mi mismo peinado se para sonriente frente de nosotros antes de mirar a Scott y hacer una expresión de sorpresa con su rostro.

—Vaya que eres guapo —dice ella con dulzura mientras se acerca para darle la mano.

—Alicia Vladimir —dice ella muy entusiasta.

—Scott Eastwood —responde Scott sin quitarle la mirada.

Esa mujer la quiero muerta, pienso con molestia sin quitarles un ojo de encima.

—Tú debes de ser Rosanne Flinn —me saluda el chico un poco acuerpado con el peinado de Scott.

La primera diferencia que note fue que sus ojos no eran celestes, sino azules.

—Si —le digo apretando su mano mientras siento la mirada amenazadora de Scott y para mi sorpresa del director.

—Bueno chicos, ellos serán sus dobles para las escenas peligrosas con el león —dice el director separándome del muchacho lo que por primera vez agradezco.

La chica no se aparta de Scott e incluso la veo por el rabillo del ojo tratar de darle conversación, pero él sí le responde haciéndome sentir incómoda porque cuando nos conocimos Scott no era así conmigo.

—Enserio no creerán que reemplazaría a mi actriz favorita o ¿sí? —dice el director con una sonrisa malévola hacia mi mientras que yo asiento con la cabeza alagada, pero por dentro con ganas de asesinarlo.

—Grabaremos la escena 45 —continúa el director, pero esa escena no tiene nada que ver con el león, sin embargo, no digo nada y me dirijo hacia mi silla con Scott detrás de mí.

No decimos nada los primeros segundos que estamos sentados, por lo que provoca dentro mi corazón se siente tan traicionado que no sé si quiera hablar con él o golpearlo para que reaccione.

—Solo será una grabación por lo que háganlo bien muchachos —nos informa el director mientras nuestros dobles se sientan sobre unas cajas lejos de las cámaras.

Soy la primera en levantarse, pero por el rabillo del ojo lo veo querer decir algo, sin embargo, yo he vuelto a mirar al frente para seguir caminando.

La escena será algo parecido a lo que habíamos grabado en un principio, pero se supone que las pirámides se ven en el horizonte y estamos en medio de la sabana.

El auto se encontraba parqueado cerca al cartel con el fondo de las pirámides.

Me paro frente a la cámara y Scott no demora en llegar para rodearme la cintura mientras yo inclino la cabeza para sonreírle.

—Como si fuera tu novia —le grita él director a Scott y él me mira antes de mirarlo a él.

—Me queda pequeña —responde con seriedad mientras que yo lo miro indignada.

Lo empujo lo suficiente fuerte para hacerlo casi tropezar mientras me voy furiosa de ahí hacia donde están Areli y Azucena con el sonido de la risa de la maldita de Alicia.

El director se levanta para regañarnos mientras escucho a Scott decir que estoy loca. Empujo a Azucena un poco para girarme y verlo hacer una seña de que estoy loca con su mano en la oreja mientras camina hacia un rincón con el director detrás de él hasta que Scott patea un pilar de cajas.

—Lo siento —le digo azucena cuando me siento un poco más tranquila en la silla para cubrirme el rostro.

—No se preocupe señorita —me responde Azucena agachándose para maquillarme un poco de nuevo por lo que quitó las manos de mi rostro.

— ¿Qué fue eso? —deja salir el director molesto mientras Azucena se pone rígida frente de mí.

—Lo siento —le respondo cerrando los ojos.

Definitivamente no había tenido un buen día y ahora mismo me sentía más molesta que dolida.

—No importa ya, solo párate y graba la escena —es lo último que dice antes de volver a su puesto.

—Respire señorita —me pide Areli peinándome un poco mientras hago lo que me pide.

—Gracias —les digo a ambas antes de levantarme y volver al sitio donde estaba.

Scott ya estaba parado ahí y no voltea a mirarme mientras me acerque, deseaba que fuera un sueño, pero sabía que no lo era, que está era la puta realidad.

Volví a suspirar para olvidarme que estoy furiosa con él y poner una sonrisa en el rostro.

La claqueta suena cuando él vuelve a poner sus manos sobre mi cintura y me besa despacio.

Había algo extraño con este beso y no sabía que podía ser, creo que la furia que todavía tengo o la molestia que él tiene, no comprendía lo que era ni cuando la claqueta suena y lo veo alejarse hacia su remolque, pero es intervenido por la chica esa, sin embargo, Scott la evade con facilidad y la deja parada como una tonta.

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El día transcurrió muy rápido y para la noche todavía seguía en mi habitación muy molesta por lo que dijo Scott, pero el sonido de su vehículo encenderse me levanta de la cama y me obliga a mirar por la ventana, él estaba parado frente del vehículo mirando en mi dirección, sabía que quería que fuera, no obstante, no quería hacerlo y negué con mi cabeza antes de verlo irse en su coche sin mí.

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No pude dormir el resto de las horas y ya iba amanecer, pero él todavía no regresaba, me preguntaba si había visto mi nota, pero posiblemente con su actitud de esta mañana hubiera preferido quemarla a leerla.

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Me levanté con ganas de arreglar las cosas entre nosotros, supongo que ambos estábamos muy alterados por las palabras del director, pero sé que somos personas maduras y podemos pasar de esto con facilidad. Era muy curioso porque ayer había sido mi primer día en que Scott y yo no teníamos relaciones ni en mis sueños.

Salí deprisa de mi habitación cuando me di cuenta de que su carro aún no estaba y me dirijo rápidamente hacia donde estaba Areli.

—Buen día señorita —me saluda Areli y yo le devuelvo el saludo.

— ¿Has visto a Scott? —le pregunto en voz baja con un toque de desesperación.

— ¿No lo sabes? —pregunta ella dejándome integrada.

—El señor Scott y la señorita Alicia fueron enviados a otro estudio ayer —continúa Areli.  

Wildest dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora