EPILOGO

5 3 1
                                    

Me veo última vez en el espejo para comprobar que me veo radiante con mi cabello recogido y mis labios rojos. Llevo un vestido elegante dorado que deja mis hombros y brazos descubiertos mientras que lo decoro con una bufanda blanca esponjosa que tengo entre mis brazos cubriendo mi espalda.

—Ya llego el coche cariño —me informa mi madre emocionada antes de ver— luces hermosa.

Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas para cuando le doy un abrazo.

—No puedo arruinar el maquillaje —le digo en forma de chiste al sentir que me va a hacer llorar.

—Sabía que lo lograrías, eres mi estrella —me dice con mucho cariño limpiándose las lágrimas.

El coche se detiene en el teatro que está lleno de mucha multitud y cámaras centelleando por todos lados. Me preparo tres segundos antes de salir del coche y sentir como todas las cámaras apuntan a mi cuando mi pie se coloca en la alfombra roja.

Alzo mi mano derecha para saludar a todos con una gran sonrisa mientras camino por la alfombra roja, mi mirada paso por cada persona llamándome con emoción y los flashes de las cámaras queriéndome dejar ciega. Miro hacia el frente y ahí estaba él con un esmoquin negro acompañado de una mujer de cabello castaño con su lujoso vestido negro que se inclina a él para besarlo mientras sostiene su mano que tiene un anillo que nunca le había visto.

Ese era el objeto que en las noches miraba con recelo, esa era la razón por la que había podido viajar a muchos lugares y ella era la razón de su fortuna, todo empezaba a encajar en mi mente pieza por pieza, pero la niña chiquita que debe tener más de cinco años aparece entre sus piernas llamándolo papá.

Él no me mira, no debería hacerlo después de todo yo solo fui su amante, algo con lo que pasar el tiempo mientras estuvo lejos de su hogar. Estaba devastada y sabía que no podía decirle sobre el hijo que llevo en mi vientre, así que cerré los ojos y agaché un poco la cabeza mientras seguí caminando hacia donde ellos estaban.

Los periodistas piden una foto nuestra cuando paso cerca y el director no demora en aparecer.

Ella se para firme protegiendo a su hombre con garras y dientes mientras que yo me paro entre el director y Scott. No sabía qué hacer si debía sonreír o si las lágrimas ya podían notarse en mis ojos. Lo veo respirar forzoso cuando la cámara suena incluso no me dice absolutamente nada cuando sigo por la alfombra roja.

Entro directamente a la sala con la gran pantalla frente de mí, el director nos llevó hacia una fila intermedia antes de que empezara a llenarse todo el teatro. Él estaba sentado a unas cuantas sillas, pero aún lo podía distinguirlo, mire la pantalla cuando todo se volvió oscuridad.

El título en blanco de WILDEST DREAM con el fondo en negro se presenta en la pantalla antes de que empiecen algunos créditos, me empezaba a sentir un poco mal era como si la misma sensación que tenía cuando grabamos la película regresará, incluso creía que empezaba a entrar nuevamente en una especie de sueño, pero respiro profundo y vuelvo a ver la película.

Soy la primera en aparecer con una grabación que hice corriendo por el desierto y en mi mente se empiezan a reproducir todos esos hermosos recuerdos que tuve con Scott, no podía creer que me hubiera engañado de esa manera. Mis lágrimas bajaron despacio y en silencio mientras las escenas iban cambiando trayendo de regreso cada recuerdo, me sentía como una tonta mirando esa tortura de película, esa era la verdad supongo, era un completo fracaso, me había ilusionado con él y ahora tenía un hijo de él, pero no tenía nada suyo porque nada de eso nunca me perteneció solo fui otro trofeo en sus logros, creo que él lo sabía cuándo quiso usarme de esa forma y fue fácil para él me tenía sola. Supongo que él se reiría de mi porque fui su juguete.

No podía creerlo y ver nuestras escenas juntos solo lo hace peor, tengo que morder con fuerza mis dientes para que el llanto no salga, nadie en la vida me había destruido de esa forma luego de todas esas noches en las que me hizo suya y fingió que le importaba.

Siento su mirada fija en mí cuando la escena de nuestro primer beso aparece en la pantalla, volteo a mirarlo también.

La película empieza darme una mala sensación incluso me empiezo a sentir mareada como si mi mente fuera demasiado frágil y algo intentará entrar, así que me levanto y salgo de ahí.

Empiezo a chillar en el baño mientras sostengo mi vestido con fuerza para contener el dolor que sale por mi boca.

Empiezo a golpear la pared de la frustración cuando todo tiene más sentido ¿cómo no pude darme cuenta? Pero joder como la vida puede hacerme esto, solo quería destruirme más de lo que él lo había hecho jamás, pero ya no tenía fuerzas, estaba dolida, rota y usada.

Dejo caer mi cabeza sobre el vidrio mientras cierro los ojos que no han dejado de llorar.

—Señorita Flinn, su auto acaba de llegar —me dice un sujeto desde el otro lado de la puerta.

—Iré enseguida —le contesto con dificultad para no tratar de evidenciar que he estado llorando.

Hasta este momento no comprendía por qué esta película se presentaría en muchos canales y en todos los cines del mando cuando era más eficiente económicamente que se presentará solo en cines y luego a la televisión, pero dejo de pensar en eso y comienzo a correr fuera de este maldito lugar.

Las calles están vacías incluso el camino a la alfombra roja no tiene ningún alma por lo que sigo corriendo sin mirar atrás.

Escucho la puerta del cine abrirse cuando yo entro a vehículo luego de cerrar la puerta.

Miro por el retrovisor cuando veo ese perfil familiar correr hacia mí, pero él carro ya empieza a avanzar dejándolo parado en frente de la calle.

Ni en mis sueños más salvajes nunca hubiera soñado algo como esto.

FIN.

Wildest dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora